4 MUERTES EN 20 DÍAS ¿QUÉ LE SUCEDE AL CUERPO DURANTE UN VUELO EN AVIÓN?

Cuando nos embarcamos en un vuelo, nuestro cuerpo enfrenta una serie de desafíos relacionados con la altitud, la presión atmosférica y el ambiente cerrado de la cabina. A continuación, exploraremos algunos de los efectos más comunes que experimentamos durante el vuelo:

1. Cambios en la presión atmosférica y altitud: Durante el despegue y el aterrizaje, el avión experimenta cambios rápidos en la altitud, lo que afecta la presión atmosférica en la cabina. A medida que el avión asciende, la presión disminuye, lo que puede provocar una sensación de bloqueo en los oídos. Para igualar la presión, se puede mascar chicle, bostezar o tragar saliva.

2. Deshidratación: El ambiente dentro de la cabina tiene niveles bajos de humedad, lo que puede llevar a la deshidratación. La falta de humedad puede causar sequedad en los ojos, la nariz y la garganta. Es esencial mantenerse hidratado durante el vuelo bebiendo agua regularmente y evitando el consumo excesivo de alcohol y cafeína.

3. Incomodidad gastrointestinal: El cambio de presión en la cabina también puede provocar hinchazón y gases, ya que el gas presente en nuestro cuerpo tiende a expandirse durante el vuelo. Para aliviar esta incomodidad, se pueden evitar alimentos que generen gases antes del viaje y dar pequeños paseos por el pasillo durante el vuelo.

4. Jet lag: Los viajes a través de diferentes husos horarios pueden desajustar nuestro ritmo circadiano, lo que resulta en el conocido jet lag. Nuestro cuerpo necesita tiempo para adaptarse al nuevo horario local, lo que puede causar fatiga, dificultades para dormir y desorientación temporal.

5. Trombosis venosa profunda (TVP): Durante vuelos largos, la inmovilidad prolongada puede aumentar el riesgo de desarrollar trombosis venosa profunda. Para prevenirlo, se recomienda realizar ejercicios de estiramiento y caminar por el pasillo cada pocas horas para mejorar la circulación sanguínea.

6. Radiación cósmica: A altitudes elevadas, los aviones están expuestos a niveles más altos de radiación cósmica. Aunque la exposición durante un solo vuelo es mínima y generalmente segura, los pilotos y la tripulación que vuelan regularmente pueden enfrentar un mayor riesgo a largo plazo.

En conclusión, volar en avión puede tener varios efectos en nuestro cuerpo debido a los cambios en la altitud, la presión atmosférica y el ambiente cerrado de la cabina. Para minimizar la incomodidad y los riesgos asociados con el vuelo, es importante mantenerse hidratado, moverse regularmente durante vuelos largos y tomar precauciones para prevenir la TVP. Además, adaptarse al nuevo huso horario gradualmente ayudará a reducir los efectos del jet lag. Con una preparación adecuada, podemos disfrutar de un viaje en avión seguro y más cómodo.