
Economía
TRAS LAS ELECCIONES, ¿RESISTIRÁ EL DÓLAR? EL NUEVO ESQUEMA CAMBIARIO NO DESPEJA LAS INCERTIDUMBRES
21/05/2025 - 10:17

Pese al optimismo del Gobierno por los cambios en la política cambiaria, consultoras y bancos internacionales mantienen una mirada cautelosa sobre el futuro del dólar y la inflación en Argentina. Si bien reconocen una mejora en las expectativas macroeconómicas, también advierten que los desafíos siguen latentes.
Según el último relevamiento de FocusEconomics, que recoge estimaciones de más de 40 bancos, consultoras y analistas internacionales, se proyecta una apreciación moderada del peso, menor inflación y mayor previsibilidad cambiaria, impulsadas por el nuevo esquema de flotación administrada adoptado por el Banco Central (BCRA).
Del crawling peg a la flotación dentro de una banda
El abandono del “crawling peg”, sistema que ajustaba el tipo de cambio oficial al 1% mensual, marcó un punto de inflexión. En su lugar, el BCRA implementó un régimen de flotación administrada con límites preestablecidos. Desde mediados de abril, el dólar oficial puede moverse entre $1.000 y $1.400, mientras que al 11 de abril se ubicaba en $1.075,5, frente a un dólar paralelo de $1.375, lo que reflejaba una brecha de más del 27%.
Aunque este nuevo esquema generó señales de calma en los mercados, muchos analistas sostienen que la estabilidad actual aún es frágil y depende fuertemente del respaldo externo y del cumplimiento de las metas fiscales.
Dólar 2025: sin sobresaltos, pero con ajuste
Los pronósticos para 2025 apuntan a una depreciación gradual del peso. El consenso de los analistas prevé que el dólar oficial cerrará el próximo año en $1.306,4, lo que representa un incremento del 21,3% respecto de diciembre de 2024. Si bien no se espera un salto abrupto, las tensiones del mercado paralelo seguirán siendo un indicador sensible de la confianza económica.
Parte de la estabilidad proyectada se apoya en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ya desembolsó u$s12.000 millones de un préstamo total de u$s20.000 millones, fortaleciendo las reservas del BCRA y otorgando un respiro en la negociación de la deuda.
Inflación en descenso, pero aún alta
Otro dato relevante es la desaceleración inflacionaria. En marzo, la inflación interanual fue de 55,9%, por debajo del 66,9% de febrero. Sin embargo, el dato mensual subió a 3,73%, frente al 2,4% del mes previo, lo que refleja que aún hay tensiones en algunos rubros sensibles.
Para 2025, la inflación promedio proyectada se ubica en 42,9%, una baja considerable frente al 219,9% registrado en 2024. Las políticas contractivas —ajuste fiscal, liberalización de precios y mayor apertura comercial— son vistas como claves para continuar con el proceso de desinflación. Para 2026, se estima una inflación del 25,5%.
Tasa de interés: en retroceso
En línea con esta tendencia, el BCRA recortó la tasa de política monetaria del 32% al 29% en enero, y se espera que cierre 2025 en 26,8%. Si la inflación continúa bajando y el tipo de cambio se mantiene bajo control, la tasa podría llegar al 18,4% en 2026, según FocusEconomics.
Un giro con matices
El nuevo régimen cambiario y el respaldo internacional parecen haber generado una mejora en las expectativas de los inversores, aunque los fundamentos siguen bajo análisis. La previsibilidad del tipo de cambio y la desaceleración de la inflación marcan un camino positivo, pero condicionado por factores externos y tensiones internas que podrían alterar el rumbo.

