AUMENTO DE COMBUSTIBLE, LAS ESTACIONES PIERDEN RENTABILIDAD

En el marco del Programa Precios Justos entre las petroleras y el Estado nacional, se espera un nuevo aumento del precio de los combustibles en Argentina, que se suma a los seis incrementos anteriores. Sin embargo, la falta de certeza sobre la fecha exacta del aumento y la escasa participación de los dueños de las estaciones de servicio en las negociaciones generan incertidumbre y dificultades para la planificación financiera.

Sebastián Estévez, titular de la Cámara de Estaciones de Servicios, Garajes y Afines (Cesgar), destaca que las estaciones de servicio suelen enterarse del aumento apenas unos minutos antes de que se implemente. Esta falta de previsibilidad impacta en la rentabilidad de los negocios y dificulta la adaptación a los cambios en el mercado.

La situación en Rosario, una de las principales ciudades de Argentina, refleja la realidad de muchas estaciones de servicio en el país. Estévez señala que las estaciones de servicio están operando por debajo de su punto de equilibrio y han experimentado una disminución significativa en su rentabilidad. El problema radica en que los dueños de las estaciones no son convocados a las mesas de negociación, limitando su participación en la toma de decisiones.

El incremento promedio del 4% al 5% en el precio de los combustibles tendrá un impacto significativo en el bolsillo de los consumidores, especialmente considerando que los salarios no se ajustan de manera proporcional. Esta disparidad entre los ingresos y los gastos generados por el aumento de los combustibles afecta la economía de las familias argentinas.

Además, Estévez destaca que el desfase entre el valor del litro de combustible y otros productos es notable. Históricamente, un litro de combustible equivalía a aproximadamente un dólar, pero en la actualidad, incluso el agua mineral es más económica que el combustible. Esta situación plantea interrogantes sobre la competitividad del mercado y la conveniencia de cargar combustible en Argentina en comparación con países vecinos, donde los precios pueden ser más accesibles.