
Salud
CRISIS EN CARDIOLOGÍA: EMERGENCIA NACIONAL ANTE EL RIESGO DE PARÁLISIS EN PROCEDIMIENTOS VITALES
14/05/2024 - 07:17

El Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) ha declarado el estado de emergencia en el sector de la cardiología intervencionista, advirtiendo sobre una crisis profunda que amenaza con paralizar procedimientos vitales como la colocación de stents y la realización de angioplastías. Esta situación pone en riesgo directo la vida y recuperación de miles de pacientes en todo el país, según un comunicado emitido por la entidad.
La crisis se debe al aumento exponencial en los costos de equipos y materiales médicos, combinado con una disminución sistemática en los honorarios profesionales, llevando a reprogramaciones y demoras de varios meses en prácticas que son críticas para la supervivencia y recuperación de los pacientes. El CACI ha destacado que estas intervenciones deben realizarse de manera precoz para ser efectivas, especialmente en casos de infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares, donde las primeras horas son cruciales para disminuir tanto la mortalidad como el grado de discapacidad posterior.
Además, el comunicado subraya un problema estructural en la disponibilidad de los insumos médicos necesarios para estas intervenciones, los cuales no se fabrican dentro del país, y requieren de profesionales altamente capacitados para su manejo. Este escenario complica aún más la situación, ya que la importación de dichos insumos enfrenta las dificultades adicionales de la economía nacional, incluyendo devaluaciones y restricciones a la importación.
Ante este escenario, el CACI ha hecho un llamado urgente a las autoridades de salud y al gobierno nacional para encontrar soluciones a mediano plazo que impidan que la situación actual desemboque en una parálisis total de la actividad. Sin intervenciones rápidas y eficaces, la salud de la población podría enfrentarse a un impacto incalculable, extendiéndose a lo largo y ancho de Argentina.
El Colegio insiste en la necesidad de tomar medidas que aseguren la continuidad y la calidad del tratamiento cardiológico intervencionista, garantizando así la salud y el bienestar de los pacientes que dependen críticamente de estos servicios. La situación demanda una acción coordinada y rápida para prevenir consecuencias catastróficas en uno de los pilares de la atención médica urgente en el país.

