EL GOBIERNO OTORGÓ UN 12% DE AUMENTO A LOS EMPLEADOS ESTATALES NACIONALES

El Gobierno nacional anunció este lunes un aumento salarial del 12% para febrero destinado a los trabajadores estatales nacionales, desatando reacciones encontradas entre los principales gremios del sector. La Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) aceptó la propuesta, mientras que la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) la rechazó por considerarla insuficiente ante la escalada inflacionaria.

Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, expresó su descontento de manera contundente, argumentando que el aumento propuesto no solo es insuficiente frente a la inflación del 20,6% registrada el último mes, sino que además interpreta esta medida como un ajuste que diluye el poder adquisitivo de los salarios. "No podemos con nuestra firma avalar este ajuste; con esta decisión de licuar los salarios, es el Gobierno el que nos está empujando al conflicto", afirmó Aguiar, anunciando la continuidad de las medidas de fuerza con una jornada nacional de lucha prevista para la próxima semana.

La decisión gubernamental de incrementar los salarios en un 12% ha evidenciado la brecha entre los sindicatos estatales, poniendo en relieve las diferencias estratégicas y de visión respecto a cómo abordar las negociaciones paritarias en un contexto económico desafiante. Mientras UPCN ha optado por aceptar la propuesta, valorándola como un paso adelante dentro de las posibilidades actuales, ATE la considera completamente insuficiente y un reflejo de políticas que consideran perjudiciales para los trabajadores.

Este conflicto se inscribe en un escenario económico complejo para Argentina, donde la inflación continúa siendo uno de los principales desafíos a enfrentar por el Gobierno. Los trabajadores estatales, como muchos otros sectores de la sociedad, buscan recuperar y preservar su poder adquisitivo en un entorno de constantes aumentos de precios.

La aceptación por parte de UPCN y el rechazo de ATE al aumento propuesto no solo demuestran la diversidad de opiniones dentro del movimiento obrero sino que también anticipan posibles tensiones y movilizaciones futuras. La respuesta del Gobierno a estas divergencias y su capacidad para negociar con los distintos actores sindicales será clave para determinar el clima social y laboral en los próximos meses.