EL RÍO PARANÁ EXPERIMENTA UNA NUEVA BAJANTE

El río Paraná, uno de los principales ríos de América del Sur, ha experimentado un período de bajante histórica durante los últimos tres años. No obstante, a fines de 2022 y principios de 2023, la situación comenzó a revertirse gracias al final de la sequía en toda la cuenca y al aumento del caudal debido a las lluvias en la zona de afluencia.

Lamentablemente, en el último mes se han observado indicadores que indican la aparición de un nuevo episodio de bajante en el río Paraná. Sin embargo, se espera que esta vez las consecuencias no sean tan graves como en los años anteriores, cuando el nivel del río alcanzó su punto más bajo en la historia.

Según los pronósticos del Instituto Nacional del Agua (INA), se espera que el nivel del río continúe descendiendo en las próximas dos semanas. Esta disminución se debe principalmente a la falta de lluvias en la cuenca y en los afluentes que alimentan al río Paraná. Actualmente, el nivel del río se encuentra alrededor de los 1,83 metros, habiendo descendido aproximadamente 179 centímetros en su nivel.

A pesar de esta nueva bajante, los expertos estiman que no se repetirán las consecuencias nefastas que se vivieron en los episodios anteriores. La recuperación del caudal en años anteriores ha ayudado a evitar que el río alcance niveles extremadamente bajos, lo que hubiera generado impactos significativos en el ecosistema y en las actividades económicas que dependen del río Paraná.

Aunque la situación actual no es tan alarmante como en el pasado, es importante seguir monitoreando de cerca el nivel del río y tomar las medidas necesarias para mitigar los posibles efectos negativos. Esto incluye la implementación de medidas de conservación del agua, el monitoreo de las actividades que dependen del río y la planificación adecuada para adaptarse a las condiciones cambiantes del caudal.