LA EMERGENCIA DE LA CLASE MEDIA LOW COST, UN FENÒMENO EN CRECIMIENTO

En un contexto de incertidumbre económica y restricciones presupuestarias, la clase media low cost ha emergido como un segmento en crecimiento en Argentina. Este grupo se compone de personas que, a pesar de pertenecer a la clase media en términos económicos, han adoptado un estilo de vida más austero y se enfocan en reducir gastos para sobrevivir en un entorno económico desafiante.

La clase media low cost se caracteriza por buscar alternativas más económicas en su día a día. En lugar de consumir productos y servicios de alta gama, optan por opciones más accesibles y de menor costo. Esto implica tomar decisiones conscientes al momento de hacer compras, buscar ofertas y promociones, e incluso realizar cambios en sus hábitos de consumo.

En el ámbito del transporte, por ejemplo, la clase media low cost suele optar por medios de movilidad más económicos, como el transporte público o la bicicleta, en lugar de utilizar vehículos particulares o servicios de transporte privados. Asimismo, en el área de la alimentación, priorizan productos de marca blanca o promociones especiales en los supermercados, evitando costosos restaurantes o alimentos gourmet.

Este segmento social también se caracteriza por su habilidad para adaptarse a nuevas tecnologías y plataformas digitales que ofrecen servicios más económicos. Utilizan aplicaciones de delivery para acceder a alimentos a precios más bajos, aprovechan plataformas de streaming en lugar de pagar por servicios de cable tradicionales y buscan ofertas y descuentos en línea para sus compras.

Es importante destacar que la aparición de la clase media low cost no solo refleja las dificultades económicas que enfrenta la sociedad argentina, sino también su capacidad de adaptación y resiliencia. Estas personas han encontrado formas creativas de ajustar sus presupuestos y llevar adelante sus vidas de manera más económica, sin sacrificar por completo sus necesidades básicas.

Sin embargo, también es necesario reconocer que esta tendencia puede tener implicaciones negativas en términos de calidad de vida. La búsqueda constante de precios bajos y la renuncia a ciertos servicios o productos de mejor calidad pueden impactar en el bienestar y la satisfacción personal de quienes conforman esta clase media low cost.