LAS FAMILIAS SIGUEN ENDEUDÁNDOSE PARA COMPRAR ARTÍCULOS DE PRIMERA NECESIDAD

En medio de un contexto económico caracterizado por la alta inflación y la volatilidad política y cambiaria, el consumo en Argentina se mantiene en niveles inferiores a los registrados en 2017. Según un informe del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa de Comercio de Córdoba (BCRE), aunque el consumo privado representó el 73% del Producto Interno Bruto (PBI) el año pasado, en este contexto de alta inflación y elevado endeudamiento, este nivel no necesariamente se considera un indicador positivo.

Ariel Barraud, director del IIE, señala que las medidas anunciadas por Sergio Massa, como la suma fija de $60,000 y los bonos para jubilados, podrían tener un impacto significativo en el consumo, ya que están destinadas a sectores de la población con una alta propensión al gasto, casi del 100%.

Sin embargo, Barraud advierte sobre un posible efecto adverso: si una parte de la población no destina estos ingresos adicionales al consumo, es probable que busquen protegerse de la inflación comprando dólares. Esto podría ejercer presión adicional sobre el tipo de cambio y acelerar el proceso inflacionario, que según estimaciones privadas podría superar los dos dígitos en los próximos meses.

Barraud enfatiza que el último tercio del año es incierto y dependerá de cómo evolucionen las variables económicas. Observando lo sucedido en las últimas semanas, advierte un aumento en la inflación respaldado por las políticas recientes del gobierno.

El panorama económico en Argentina sigue siendo desafiante, con un equilibrio precario entre el consumo, la inflación y la estabilidad financiera. Las familias argentinas se enfrentan a un dilema entre gastar para cubrir sus necesidades o protegerse de la inflación a través de la compra de dólares, lo que contribuye a la complejidad de la situación económica en el país.