MILEI SE MUDA A LA QUINTA DE OLIVOS Y UNA MINISTRA PERNOCTARÁ EN UNA DE LAS HABITACIONES

En un insólito giro, el presidente Javier Milei se enfrenta a la burocracia y escasez de insumos importados para lograr que sus cinco mastines ingleses, bautizados con nombres de economistas libertarios, puedan habitar la Quinta de Olivos. A pesar de la donación de la residencia al gobierno nacional en 1918, la propiedad debe ser ocupada por el Presidente según la disposición original, y Milei está decidido a cumplir con este legado. Otra de las rarezas de esta mudanza es que se ha confirmado que la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, ocupará una de las casas de huéspedes en la Quinta de Olivos. Aún no se determina si será una residencia permanente o si se limitará a pernoctar algunos días.

La particularidad reside en que la construcción de caniles para sus "hijitos de cuatro patas" se ha demorado por razones burocráticas y la escasez de un insumo importado necesario para reforzar las paredes. Milei, conocido por su firmeza y estilo directo, ha decidido asumir personalmente el costo de estas obras, pero se enfrenta a obstáculos como la autorización para la arquitecta designada y la obtención de dólares del Banco Central para pagar los insumos.

La situación se vuelve aún más irónica al considerar que el Presidente, conocido por sus reflexiones mordaces, se encuentra en una situación similar a la de miles de argentinos que esperan la autorización de divisas para realizar compras externas. La decisión de liberar importaciones no ha llevado necesariamente a la liberación de pagos, y Milei, en su estilo característico, ha optado por esperar pacientemente en lugar de solicitar un favor especial al titular del Banco Central.

Los mastines, cuyo peso promedio es de alrededor de 100 kilos cada uno, requerirán caniles con paredes reforzadas, dado que Milei ya ha tenido que reparar las paredes de su departamento en dos ocasiones debido a la fuerza y tamaño de sus "hijitos". Mientras la espera continúa, el Presidente planea trasladarse a la Quinta de Olivos y trabajar tres días allí, reservando dos días para la Casa Rosada, donde asistirá a la reunión de gabinete nacional los martes y jueves.