MONEDA DIGITAL ¿ES POSIBLE EN ARGENTINA?

Las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) se encuentran en el centro de la atención global, con más de 130 bancos centrales en todo el mundo en "fase de experimentación", según afirmaciones de Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas CBDC, creadas y respaldadas por los bancos centrales, tienen como objetivo mejorar la transparencia de las transacciones de activos digitales y registrarse en las estadísticas nacionales.

Varios países, incluidos Canadá, Nigeria, Jamaica y Japón, ya han lanzado sus monedas digitales de bancos centrales, mientras que China ha realizado pruebas piloto de su yuan digital que alcanzaron a más de 260 millones de personas en 26 provincias. Otros países como India y Brasil, miembros del grupo BRICS, también tienen planes para lanzar sus propias criptomonedas. En el caso de Brasil, a través del real digital, se encuentra en período de prueba y se espera formalizar su emisión a mediados de 2024.

En Argentina, el debate sobre la creación de un peso digital ha ganado relevancia. El presidente Alberto Fernández firmó el decreto 207/22 que modificó el estatuto de Casa de la Moneda, abriendo la puerta para la emisión de una CBDC. Esto implicaría que el Banco Central tendría la facultad de emitir una forma digital del peso como dinero de curso legal. Sin embargo, este desarrollo enfrenta desafíos y tensiones.

El FMI, aunque promueve la generación de CBDC, también presiona al Gobierno argentino para evitar la promoción de criptomonedas como Bitcoin en entidades financieras. El organismo internacional busca mantener la soberanía de los bancos centrales sobre los flujos de dinero, especialmente en países con un alto porcentaje de economía informal como Argentina.

La aceptación de las CBDC por parte de la sociedad es un tema que genera dudas. Según una encuesta realizada por el CFA Institute, solo el 42% de más de 4,150 encuestados a nivel mundial creía que debían lanzarse monedas digitales de bancos centrales. Esto sugiere que, a pesar de la experimentación y el interés, aún hay falta de comprensión y apoyo generalizado hacia estas nuevas formas de moneda.

En conclusión, el debate sobre la posibilidad de un peso digital en Argentina continúa en medio de un contexto global en el que numerosos países exploran las CBDC. La evolución de esta iniciativa dependerá tanto de la disposición del Gobierno como de la aceptación y comprensión que logre generar entre la sociedad.