
Seguridad
PÁNICO EN ROSARIO: SICARIOS ASESINAN A UN INOCENTE Y DEJAN NOTA CONTRA PULLARO
10/03/2024 - 08:42

En un episodio que agudiza aún más la crisis de seguridad que azota a Rosario, un grupo de sicarios perpetró un ataque a sangre fría que terminó con la vida de Bruno Bussanich, un joven playero de 25 años, en la estación de servicio Puma Cita, situada en la intersección de las calles Mendoza y Rojas. El crimen, marcado por la crueldad y la premeditación, no solo dejó luto y consternación, sino que vino acompañado de una siniestra nota de amenaza dirigida al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y al ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, advirtiendo sobre la intención de “matar más inocentes”.
El asesinato, ejecutado con disparos en el cráneo de la víctima, no parece ser un acto aislado, sino parte de una serie de violentos mensajes que el crimen organizado está enviando a las autoridades provinciales. Según el relato de testigos, los responsables del homicidio se movilizaban en un Fiat Duna o Senda de color rojo, desde donde llevaron a cabo el ataque que terminó con la vida de Bussanich.
La nota encontrada en la escena del crimen es un desafiante mensaje contra el gobierno de Santa Fe: “Esta guerra no es por el territorio, es contra Pullaro y Cococcioni”. El texto sugiere una escalada en el enfrentamiento directo con las autoridades, responsabilizándolas de la situación y advirtiendo sobre un aumento en el número de víctimas inocentes como parte de su estrategia de terror.
Este nuevo episodio de violencia se inscribe en un contexto de creciente preocupación por la seguridad en Rosario, una ciudad que ha visto cómo se intensifica la disputa entre bandas criminales por el control del territorio, con un saldo alarmante de muertes. La mención explícita de que la guerra no busca el control territorial sino que se enmarca en una vendetta contra figuras específicas del gobierno provincial subraya la gravedad de la situación y el desafío directo a las autoridades.
El crimen de Bussanich, por su brutalidad y la posterior amenaza, no solo busca sembrar el miedo entre la población, sino también exhibir el poder y la impunidad con la que actúan estas organizaciones criminales. El mensaje para Pullaro y Cococcioni es una clara intimidación que busca poner en jaque la capacidad del Estado para garantizar la seguridad y el orden público.

