RANKING DE LAS PROVINCIAS MÁS COSTOSAS PARA LLENAR EL TANQUE: ¿DÓNDE SE UBICA SANTA FE?

Como estaba previsto, este jueves las petroleras aplicaron un incremento promedio del 3% en el precio de los combustibles en todo el país. Este aumento responde al ajuste del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono, sumado al impacto de la devaluación mensual del 2%. El ajuste en las estaciones de servicio se registró de manera similar en todo el país, aunque con algunas diferencias regionales.

Variaciones de Precios por Provincia

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), el precio de la nafta súper se sitúa en $969 por litro, mientras que en muchas provincias el precio ya supera la barrera de los $1.000. La provincia más cara en la actualidad es Misiones, donde la nafta súper alcanza los $1.139 y el gasoil común los $1.209. Esto implica que llenar un tanque de 50 litros cuesta al menos $56.950 para un auto naftero y $60.450 para uno gasolero.

En Corrientes, la situación es apenas más favorable, con la nafta súper a $1.104 por litro y el gasoil común a $1.174. Llenar un tanque de 50 litros en esta provincia tiene un costo de $55.200 para nafta y $58.700 para diésel.

Córdoba y Santa Fe ocupan el tercer y cuarto lugar en el ranking de precios más altos. Tras el reciente incremento, en ambas provincias la nafta súper se vende a $1.104 y el gasoil común a $1.155 por litro. Por lo tanto, llenar un tanque de 50 litros en estas jurisdicciones cuesta entre $55.200 y $57.750, dependiendo del tipo de combustible.

Impacto en el Costo de Vida

Estos incrementos representan un golpe significativo para los bolsillos de los argentinos, especialmente para aquellos que dependen del automóvil para sus actividades diarias. Las variaciones de precios también reflejan las desigualdades regionales, donde algunas provincias enfrentan costos significativamente más altos que otras.

Perspectivas Futuras

Con el panorama económico actual y los ajustes fiscales, es probable que los precios de los combustibles continúen en ascenso. Este escenario exige a los consumidores y a los sectores productivos adaptarse a un contexto de mayores costos operativos, lo que podría repercutir en la inflación y en el poder adquisitivo de la población.