
Economía
¿ADIÓS AL BILLETE DE 100 DÓLARES? LA PROPUESTA QUE PODRÍA CAMBIAR EL DINERO PARA SIEMPRE
10/10/2024 - 09:46

En los últimos días, un artículo periodístico volvió a poner en el centro del debate una propuesta que, de concretarse, cambiaría radicalmente el sistema monetario global: la eliminación del billete de 100 dólares. La idea, defendida por el renombrado economista estadounidense Kenneth Rogoff, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI) y profesor de la Universidad de Harvard, ha generado un intenso debate desde su publicación original en su libro La maldición del efectivo (The Curse of Cash), en 2016.
La reciente publicación en la revista especializada Numismatic News, escrita por Richard Giedroyc, recordó esta controvertida propuesta y sus implicancias. Según Giedroyc, Rogoff argumenta que una gran proporción de los billetes de 100 dólares se utiliza para fines ilícitos o en economías subterráneas, lo que afecta negativamente a la política monetaria de los países. De hecho, según los cálculos del economista, en 2022 había suficientes billetes de 100 dólares en circulación para que cada estadounidense tuviera 55 de ellos en su billetera, una cifra asombrosa considerando que gran parte de estos billetes están fuera de las fronteras de Estados Unidos.
Adiós al billete de 100 dólares: ¿qué propone Rogoff?
La propuesta de Rogoff no se limita solo a los billetes de 100 dólares. En su libro, sugiere una eliminación gradual de todo el dinero en efectivo, comenzando con los billetes de denominaciones más grandes, como los de 100, 50 y 20 dólares, para dejar solo las pequeñas denominaciones en circulación. Su principal argumento es que el uso del efectivo, especialmente en billetes de alto valor, facilita la evasión de impuestos, el lavado de dinero y la economía ilegal.
Pero la visión de Rogoff va más allá de la seguridad. Él sostiene que eliminar el efectivo permitiría a los bancos centrales un mayor control sobre la economía, facilitando la aplicación de políticas como tasas de interés negativas. En una sociedad sin dinero físico, la gente estaría obligada a mantener su dinero en depósitos bancarios digitales. Esto, en teoría, le daría a los bancos centrales la capacidad de imponer cargos negativos sobre los depósitos, incentivando el gasto en lugar del ahorro, una medida que podría ser útil durante recesiones económicas.
Según Rogoff, la eliminación del efectivo reduciría la posibilidad de que las personas puedan retirar grandes cantidades de dinero para evitar estos cargos, lo que a su vez, evitaría pánicos bancarios y fugas masivas de capital. La idea de obligar a la gente a gastar, en lugar de acumular dinero en cuentas, es uno de los pilares de su propuesta, especialmente en situaciones de crisis económica.
Críticas y riesgos: ¿control total del dinero?
A pesar de la lógica económica detrás de la propuesta, el plan de Rogoff ha sido objeto de duras críticas. Sus detractores argumentan que eliminar el efectivo podría generar una pérdida significativa de libertad para los ciudadanos. En una sociedad donde todo el dinero es digital, los individuos perderían el control total sobre su dinero, quedando expuestos a las políticas monetarias de los bancos centrales y las instituciones financieras.
Además, algunos críticos temen que esto pueda aumentar la desigualdad. En muchas partes del mundo, el acceso a sistemas bancarios digitales aún es limitado, y la eliminación del efectivo podría marginar a aquellos sin acceso a la tecnología. También hay preocupaciones sobre la privacidad, ya que en una economía completamente digital, cada transacción sería registrada, lo que podría ser utilizado para fines de vigilancia o control gubernamental.
Por otro lado, está el argumento de que, en tiempos de crisis, la posibilidad de tener efectivo en mano brinda a las personas un refugio frente a la inestabilidad de los bancos. Eliminar el papel moneda podría aumentar la vulnerabilidad de los ahorristas ante decisiones imprevistas del sector financiero.
El debate continúa
Mientras tanto, la propuesta de Rogoff sigue siendo un tema de discusión entre economistas y responsables de políticas monetarias. Con la digitalización cada vez más presente en la economía global y la creciente adopción de criptomonedas y otros activos digitales, la posibilidad de un mundo sin efectivo ya no parece tan lejana.
Sin embargo, la transición hacia un sistema completamente digital plantea muchos desafíos y dilemas. ¿Estamos preparados para dejar atrás el efectivo? ¿Hasta qué punto el control del dinero por parte de los bancos centrales sería beneficioso para las economías y los ciudadanos? Estas son preguntas que, sin duda, seguirán alimentando el debate sobre el futuro del dinero en la era digital.

