AUMENTAN LAS AMENAZAS Y VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS DEL GRAN ROSARIO

De acuerdo con información recopilada por el gremio Sadop (Sindicato Argentino de Docentes Particulares), más de 15 escuelas del Gran Rosario han sido amenazadas en lo que va del año. Esta preocupante situación de violencia y temor se ha convertido en una problemática creciente que parece estar fuera de control, a pesar de los esfuerzos realizados por el Ministerio de Seguridad para establecer corredores seguros en la zona.

En los últimos días, se ha conocido el caso de la escuela Nuestra Señora de Itatí, ubicada en el barrio Las Flores, que recibió una nota amenazante durante la noche del domingo. Estas amenazas generan caos en las escuelas y provocan el temor de los padres a enviar a sus hijos a clase, lo que ha llevado a un incremento en la cantidad de colegios que deciden suspender sus actividades semana tras semana.

Algunos de los casos más destacados son los de las escuelas "Leónidas Gambartes" y la primaria Nº 60 "Mariano Moreno", ubicadas en pleno centro de Rosario, que suspendieron sus clases debido a amenazas. Ante esta situación, el ministro de la Gestión Pública de la provincia, Marcos Corach, ha manifestado su preocupación y ha señalado que podría tratarse de "una operación montada" vinculada a las elecciones que se celebrarán en el distrito este año.

El funcionario expresó su deseo de que la Justicia actúe para poner fin a esta campaña nefasta y advirtió sobre intereses ocultos que buscan generar temor en un momento electoral. Afirmó que no se trata de casualidad y que hay una clara operación en marcha. Corach destacó que Rosario se ha convertido en un territorio fértil para este tipo de situaciones, pero resaltó la necesidad de desenmascarar a aquellos que están detrás de estos actos de violencia en las escuelas.

La comunidad educativa, los padres y las autoridades esperan una pronta respuesta de las autoridades judiciales para poner fin a esta preocupante situación. Mientras tanto, la violencia y las amenazas continúan afectando el normal desarrollo de la educación en la región del Gran Rosario, generando un clima de inseguridad y temor entre los docentes, estudiantes y sus familias.