BAJO MILEI, UNA EMPRESA LIGADA A TRUMP SE QUEDA CON IMPSA, SÍMBOLO DE LA DESINDUSTRIALIZACIÓN NACIONAL

En los próximos días, el presidente Javier Milei podría concretar la primera privatización de su gestión al frente del Ejecutivo nacional. La empresa estatal Impsa, emblema de la industria metalúrgica argentina, será preadjudicada a ARC Energy, una firma estadounidense vinculada a Donald Trump. Este anuncio coincidirá con el viaje de Milei a Estados Unidos para asistir a la asunción presidencial de Trump, programada para el 20 de enero.

La decisión, que había generado especulaciones desde octubre, se oficializará tras varios meses de negociaciones y habilitaciones legales. La licitación lanzada por el gobierno libertario en octubre atrajo a un único oferente: ARC Energy. La empresa, con sede en Luisiana y liderada por Jason Arceneaux, cuenta con directivos que figuran como donantes a la campaña presidencial de Trump.

Historia de una empresa clave

Impsa, fundada en 1907 por la familia Pescarmona, fue durante décadas un referente en proyectos de energía hidroeléctrica, nuclear y eólica, además de producir equipamiento para las industrias petrolera y gasífera. En 2021, enfrentada a una grave crisis financiera, la compañía fue estatizada por el gobierno de Alberto Fernández. El Estado nacional pasó a controlar el 63,7% de las acciones, mientras que la provincia de Mendoza conservó el 21,2%. Los acreedores y la familia fundadora mantuvieron participaciones menores.

En septiembre de 2024, el gobierno de Mendoza autorizó el traspaso de su paquete accionario al Ejecutivo nacional, allanando el camino para la privatización. Ahora, ARC Energy tomará control de la compañía, cuyo plantel actual es de 660 empleados.

La oferta de ARC Energy

El acuerdo alcanzado incluye un pago inmediato de cerca de 7 millones de dólares, que representa el 25% de la capitalización propuesta, valorada en 27 millones de dólares. El resto de los fondos será desembolsado durante 2025, en el marco de un proceso de búsqueda de nuevos contratos.

La nueva administración buscará posicionarse en licitaciones para la fabricación de grúas portuarias y el mantenimiento de centrales hidroeléctricas en Estados Unidos. Adicionalmente, los contratos vigentes de Impsa con el Ministerio de Defensa, YPF y otros organismos estatales argentinos podrían ser renegociados.

Un pasivo millonario y la renegociación de deudas

Impsa enfrenta un pasivo calculado en 570 millones de dólares, con acreedores que incluyen al Banco Nación, el BID, el BICE y el Grupo Moneda de Chile. Los nuevos propietarios buscan garantizar condiciones favorables para renegociar estas deudas antes de asumir el control total de la compañía.

La privatización de Impsa no está exenta de controversias. Para muchos, representa un símbolo de la desindustrialización argentina y la entrega de activos estratégicos al capital extranjero. Además, la relación de ARC Energy con Donald Trump y la celeridad del proceso han despertado críticas por la falta de transparencia y debate público.