
Economía
CAÍDA SOSTENIDA EN EL CONSUMO MASIVO: LOS ARGENTINOS OPTAN POR SUSTITUTOS MÁS ECONÓMICOS ANTE LA PÉRDIDA DE PODER ADQUISITIVO
19/03/2024 - 09:36

La crisis económica en Argentina se profundiza con una caída persistente en el consumo masivo, evidenciada por la reducción del 8,3% en las ventas de supermercados durante febrero en comparación con el mismo mes del año anterior. Esta tendencia no muestra señales de mejora, ya que la primera semana de marzo registra un retroceso aún mayor, del 9% interanual. Este panorama desalentador se desarrolla en un contexto donde el ministro de Economía, Luis Caputo, busca aliviar la situación mediante promociones y mayor apertura a la importación de productos esenciales, aunque los resultados de estas medidas tardarán en ser perceptibles en las góndolas.
Las estrategias para combatir la merma en el consumo incluyen la incorporación de productos importados en la canasta básica, con la expectativa de que su presencia en el mercado se note entre uno y dos meses. No obstante, las proyecciones para el sector no son alentadoras, anticipándose que la tendencia negativa en las ventas se mantendrá al menos hasta mediados de año.
Ante este escenario, los consumidores argentinos se han visto obligados a modificar sus hábitos de compra, optando por productos sustitutos que ofrecen un mejor rendimiento por su precio o que son directamente más baratos. La venta de leche en polvo, por ejemplo, ha visto un incremento significativo, mientras que los productos lácteos más costosos, como los postrecitos, han sufrido una disminución en su demanda. Similar destino han tenido otros productos, como el atún, reemplazado por opciones más económicas como la caballa, y el desodorante de ambiente, que también ha visto reducidas sus ventas.
Estos cambios en los patrones de consumo no son fenómenos nuevos, pero se han acentuado tras la devaluación implementada por el gobierno de Javier Milei en diciembre. La depreciación del peso ha tenido múltiples consecuencias, incluyendo el encarecimiento de los productos locales en dólares, lo que ha restado conveniencia a las compras en ciudades de frontera para los extranjeros. Además, se ha observado una mayor frecuencia en las compras pero con una reducción en la cantidad de unidades por transacción, como estrategia de los consumidores para ajustar sus gastos y cuidar el presupuesto familiar.

