CRISIS PROFUNDA: EL GRAN SANTA FE ENFRENTA UNA POBREZA QUE AFECTA A CASI LA MITAD DE SU POBLACIÓN

En un país marcado por la incesante escalada de la crisis económica, el Gran Santa Fe emerge como un sombrío testimonio de la profundidad del problema. Según el último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) a diciembre de 2023, la pobreza afecta a casi la mitad de sus habitantes, situando a la región entre las más golpeadas de Argentina.

Con un alarmante 48,9% de su población viviendo por debajo de la línea de pobreza, el Gran Santa Fe no solo supera la media nacional —que se sitúa en el 41,7%— sino que también exhibe un incremento casi vertiginoso de 9,5 puntos porcentuales a lo largo del año. Este salto no solo es reflejo de la aceleración de la inflación, que cerró el año con un aumento del 211,4%, sino también de una serie de ajustes económicos que han erosionado el poder adquisitivo de la población.

El panorama se agrava al considerar la indigencia, que se disparó al 15,3%, afectando especialmente a aquellos que ni siquiera pueden cubrir una canasta básica alimentaria. Estas cifras ponen en relieve la urgencia de medidas efectivas para mitigar el impacto de la crisis en los sectores más vulnerables de la sociedad.

Comparativamente, el Gran Rosario, aunque también enfrenta desafíos significativos, muestra indicadores ligeramente más alentadores, con un 36,6% de su población bajo la línea de pobreza. Sin embargo, ambos aglomerados reflejan una realidad más amplia de desigualdad y necesidad que permea diversas regiones del país.

A nivel nacional, la situación es igualmente desalentadora, con más de 5,5 millones de personas en situación de indigencia. Las regiones más afectadas, como el Gran Resistencia en Chaco y Concordia en Entre Ríos, registran niveles de pobreza que superan el 50%, subrayando la disparidad regional en la distribución de la riqueza y el acceso a oportunidades.

La crisis tiene un rostro particularmente cruel cuando se trata de los más jóvenes: el 58,4% de los niños de entre 0 y 14 años viven en la pobreza, una estadística que no solo habla de las carencias presentes, sino que también anticipa desafíos futuros en materia de educación, salud y bienestar social.

Ante este escenario, el debate sobre las políticas económicas y sociales necesarias para revertir estas tendencias se intensifica. La inversión en programas de asistencia social, educación y salud, junto con estrategias para fomentar el empleo y el desarrollo sostenible, se perfilan como ejes críticos para abordar la raíz de la pobreza y la desigualdad en Argentina.