LAS PYMES COMERCIALIZAN CON "PRECIOS ABIERTOS" POR LA VOLATILIDAD DEL DÓLAR

La alta inflación y la inestabilidad cambiaria han generado dificultades para que las pequeñas y medianas empresas fijen precios con sus proveedores, lo que ha llevado a la implementación de la modalidad comercial conocida como "precios abiertos". Esto implica ajustar el valor al momento de pagar una factura si ha habido cambios de precios. A pesar de la situación, no ha disminuido la demanda.

Según empresarios y economistas consultados, la volatilidad del mercado provoca nerviosismo entre las grandes empresas, lo que impulsa el ajuste de precios. Las pymes suelen adaptarse rápidamente a las nuevas condiciones, cambiando plazos y condiciones de venta. Por otro lado, desde 2018, el ánimo de los empresarios es bajo, aunque el trabajo en sus unidades productivas no ha disminuido.

La Fundación Observatorio Pyme ha destacado que el nivel de confianza de las empresas PyME se mantiene por debajo del real nivel de actividad, lo que evidencia una distorsión negativa que condiciona las decisiones. En este contexto, algunos empresarios se ven obligados a absorber el impacto de los aumentos de precios para mantener su negocio en marcha.