PEROTTI ANALIZA SI DARÁ O NO LA AYUDA ECONÓMICA DEL GOBIERNO NACIONAL

La provincia se encontraba en un punto crítico en cuanto a la negociación salarial en el sector de la salud, cuando se desató una inesperada devaluación del 22%, dispuesta por el gobierno central en vísperas de las primarias nacionales. Este acontecimiento inyectó un nuevo nivel de incertidumbre en la ya complicada paritaria, que se había mantenido abierta durante semanas. En un contexto donde los profesionales de la salud habían mantenido sus demandas por un aumento que reflejara la inflación y mejorara sus condiciones laborales, la devaluación añadió un desafío adicional a la ecuación.

Los gremios que representaban a los médicos y trabajadores del sector salud tomaron la iniciativa de solicitar al gobierno provincial que la oferta salarial ya aceptada por otros sindicatos, que abarcaba un incremento del 51% hasta fin de año, incluyera una mejora adicional para mitigar el impacto económico de la devaluación. Este pedido se fundamentaba en la necesidad de preservar el poder adquisitivo de los trabajadores, considerando la volatilidad del panorama económico.

Sin embargo, las negociaciones se volvieron un campo de tensiones, ya que el gobierno provincial se mantuvo firme en su oferta original, argumentando que no era viable realizar ajustes adicionales a raíz de la devaluación. Aunque los funcionarios ratificaron la misma propuesta que había sido aceptada por otros sectores, se mantuvo la brecha entre las expectativas de los gremios y la posición gubernamental.

Ante este escenario, se planteó una suerte de "impasse o tregua" en las negociaciones. Esta pausa buscaba dar espacio para conocer las decisiones que podrían emanar desde el gobierno nacional en materia de ajustes salariales. La esperanza de un posible apoyo desde el nivel central generó un compás de espera que sumió la negociación en un estado de incertidumbre