QUIÉN FUE MAMA ANTULA, LA PRIMERA SANTA ARGENTINA

María Antonia de Paz y Figueroa, más conocida como Mama Antula, es un nombre que resuena con fuerza en la historia argentina y en la Iglesia Católica por su notable legado de fe, servicio y resistencia ante la adversidad. Su vida y obra, que se extendió desde 1730 hasta 1799, la han llevado a un lugar de honor en la historia eclesiástica y social de Argentina, culminando en su canonización, un hito que la convierte en la primera santa argentina de la Iglesia Católica. Este evento, presidido por el papa Francisco, no solo celebra su santidad sino que también destaca su papel pionero en el ámbito religioso y social de su tiempo.

Mama Antula desafió los roles tradicionales asignados a las mujeres de su época, eligiendo un camino de servicio espiritual y social que la distanció tanto del matrimonio como de la vida conventual tradicional. Su determinación la llevó a recorrer más de 5.000 kilómetros a pie, evangelizando y promoviendo los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, especialmente después de la expulsión de los jesuitas del territorio español en 1767.

La habilidad de Mama Antula para navegar en un contexto de prohibición y censura, manteniendo conexiones secretas con los jesuitas expulsados y otros líderes religiosos y sociales, fue fundamental para la continuidad y expansión de su misión evangelizadora. Su obra más notable, la fundación de la Santa Casa de Ejercicios Espirituales en Buenos Aires, sirve como testimonio perdurable de su compromiso con la renovación espiritual y social. Este lugar no solo es un monumento a su legado sino que también continúa siendo un centro de espiritualidad y servicio comunitario, manteniendo viva la esencia de su misión.

La canonización de Mama Antula, basada en el reconocimiento de milagros atribuidos a su intercesión, es un reflejo de su impacto duradero en la comunidad de fe y más allá. Su vida ejemplifica la posibilidad de influir profundamente en la sociedad y en la Iglesia a través de la fe, la determinación y la acción concreta, incluso frente a obstáculos aparentemente insuperables.

La presencia de figuras políticas contemporáneas, como el presidente Javier Milei, en la ceremonia de canonización subraya la relevancia de Mama Antula no solo como figura religiosa sino también como símbolo de valores universales como la libertad, la igualdad y la dignidad humana. Su canonización es un momento de unión y celebración para Argentina, destacando la contribución única de una mujer extraordinaria a su patrimonio cultural y espiritual.

Mama Antula, a través de su vida y ahora con su canonización, continúa inspirando a las generaciones presentes y futuras a perseguir la justicia, la paz y la profundidad espiritual en sus vidas y comunidades. Su santidad es un testimonio de la capacidad de transformación personal y colectiva, recordando a todos la importancia de vivir con propósito, compasión y convicción.