ZELENSKY RECHAZO LA MEDIACIÒN DEL PAPA FRANCISCO

El esperado encuentro entre el Papa Francisco y el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, tuvo lugar en el Vaticano y dejó al descubierto las dificultades para alcanzar un acuerdo de paz en la región. A pesar de los gestos de cortesía, la distancia entre ambas partes se hizo evidente, desde los regalos intercambiados hasta las declaraciones posteriores.

Durante el encuentro privado que duró 40 minutos, Zelensky cerró la puerta a la mediación vaticana, pero ofreció margen de acción al Papa en el ámbito de una misión humanitaria. Los regalos intercambiados también reflejaron la brecha existente: el presidente ucraniano obsequió a Francisco un ícono de la Virgen pintada en una placa con un chaleco antibalas y una pintura titulada "Pérdida", que simboliza a los niños ucranianos víctimas de la invasión rusa. Por su parte, el Papa entregó una fundición en bronce de una flor que nace, con la inscripción "La paz es una flor frágil".

El acercamiento de Francisco al pueblo ucraniano y ruso en medio del conflicto ha generado tensiones con Kiev. El Papa ha expresado su preocupación por el riesgo de una escalada militar y ha ofrecido su diplomacia para mediar en busca de la paz. Sin embargo, el presidente Zelensky ha rechazado la intervención de terceros, afirmando que la solución debe ser elaborada y escrita por Ucrania misma.

A pesar de las diferencias, ambos líderes encontraron un terreno común al discutir la situación de los niños ucranianos secuestrados por fuerzas rusas. Zelensky destacó la necesidad de hacer todos los esfuerzos posibles para que regresen a casa, y el Papa se comprometió a trabajar en ese sentido. Esta intervención humanitaria representa un primer paso hacia la paz, aunque las perspectivas actuales parecen inciertas.

El Vaticano, consciente de la dificultad de mediar cuando las partes no están interesadas en un objetivo común, sigue ejerciendo una "neutralidad positiva" y mantiene la esperanza de evitar un conflicto o resolverlo pacíficamente. Aunque no se revelaron detalles sobre una posible misión reservada, el Papa podría considerar el envío de dos cardenales a Moscú y Kiev, siguiendo el ejemplo de Juan Pablo II en la guerra de Irak.