ABANDONO ESTATAL EN ALTO VERDE: FUERZAS FEDERALES SON DESTINADAS A NORTE DE LA CIUDAD

En una decisión conjunta entre el Ministerio de Seguridad de la Nación y el Gobierno de Santa Fe, las fuerzas federales que operaban en el barrio costero de Alto Verde fueron retiradas y reasignadas a dos zonas conflictivas del noroeste de la ciudad de Santa Fe. El nuevo esquema de seguridad deja al barrio a cargo exclusivo de la Policía de Santa Fe, lo que genera preocupación entre vecinos y referentes comunitarios por el posible aumento de la vulnerabilidad en la zona.

El retiro de los agentes federales marca el final de un operativo que se sostenía desde 2016, con la presencia de la Prefectura Naval Argentina a través de tres casillas fijas y unos 110 efectivos que patrullaban el distrito en trinomios. A partir del 30 de abril, ese despliegue fue desactivado completamente.

Según informaron las autoridades provinciales, la nueva cobertura policial en Alto Verde se limita a una casilla fija próxima a la comisaría del barrio y tres móviles: uno de la fuerza provincial y dos del sistema 911, que realizarán patrullajes rotativos.

Un barrio con antecedentes de violencia

El último hecho de sangre registrado en Alto Verde ocurrió el 7 de octubre de 2024. La víctima fue Carlos C., un hombre de 28 años que recibió una puñalada en el tórax tras una discusión en el pasaje 13, a la altura de la manzana 5. Pese a la intervención del servicio sanitario, el joven falleció en el lugar.

Este crimen no fue aislado. Alto Verde ha sido históricamente una de las zonas más golpeadas por la violencia urbana, aunque en los últimos años se reportó una relativa disminución de los hechos más graves. De hecho, un informe reciente del Observatorio de Seguridad Pública de Santa Fe, que analiza los heridos por arma de fuego entre enero y abril de 2025, indica que solo 5 de los 98 casos reportados en el Departamento La Capital ocurrieron en Alto Verde, es decir, poco más del 5% del total.

¿Despliegue justificado o abandono encubierto?

Si bien el dato estadístico es utilizado por las autoridades como respaldo para la redistribución de recursos, voces dentro del propio barrio cuestionan el criterio de la medida. “El hecho de que haya habido menos heridos no significa que no haya tensiones o riesgo”, comentó un referente local que prefirió no dar su nombre.

La reasignación de las fuerzas federales a otras zonas con mayores índices de violencia puede tener lógica desde una planificación técnica, pero deja abierto el interrogante sobre cómo se garantizará la continuidad de la prevención y el control en una zona históricamente relegada y con profundas problemáticas sociales.