La reciente actualización del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) anunciada por el Gobierno tendrá un impacto significativo en la estructura tributaria, especialmente en los segmentos de ingresos más elevados de la economía. Estos se verán afectados por el denominado Impuesto Cedular, sucesor del antiguo régimen de la "cuarta categoría" en el Impuesto a las Ganancias.
Con el ajuste del SMVM, que será efectivo a partir de febrero alcanzando los $180.000, el valor de enero se conservará en $156.000. Este último monto es el que se utiliza como referencia para establecer el mínimo no imponible (MNI) del Impuesto Cedular para la primera mitad del año, fijando así el umbral en $2.340.000 para la obligación de pago.
En práctica, esto significa que las personas cuyos ingresos superen dicho umbral, y que hayan experimentado un aumento salarial que los ubique por encima de este límite, estarán sujetas al pago del Impuesto Cedular. Este impuesto inicia con una tasa del 27% y puede incrementarse hasta el 35%. Así, aquellos que ya estaban dentro del espectro de contribuyentes ahora enfrentarán una carga fiscal mayor al ascender de categoría.