ALQUILERES TEMPORARIOS EN SANTA FE, CONFLICTOS Y REGULACIÒN EN AUMENTO

El alquiler temporario de departamentos se ha convertido en una opción en auge en la ciudad de Santa Fe, con numerosos propietarios que deciden poner sus inmuebles en alquiler bajo esta modalidad a través de plataformas, inmobiliarias o de forma particular. Sin embargo, esta tendencia ha dado lugar a conflictos entre los inquilinos temporales, los propietarios y los consorcios, especialmente cuando estos departamentos comparten espacios con vecinos permanentes.

A pesar de que la Municipalidad cuenta con una ordenanza que regula los alquileres temporarios desde el año 2020, su implementación ha sido escasa, según afirman las inmobiliarias. Walter Govone, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Santa Fe (Ceci), señaló que "prácticamente no se ha implementado" y que algunos consorcistas no están de acuerdo con este tipo de alquileres debido a la posible inseguridad que generan las constantes entradas y salidas de personas desconocidas en el edificio, especialmente en aquellos sin personal de seguridad.

Para abordar estas situaciones problemáticas, Govone mencionó la importancia de establecer regulaciones en los reglamentos de copropiedad o de consorcio. Si bien reconoció que pueden surgir tensiones, destacó que no se puede prohibir a un consorcista disponer de su propiedad como considere conveniente, siempre y cuando se cumplan los parámetros legales.

En promedio, en Santa Fe se alquilan estos departamentos por un período de ocho a diez noches al mes. Aunque el costo por día es mayor, la estancia es más breve debido a que la ciudad no suele recibir turistas por períodos superiores a dos o tres días.

Actualmente, la plataforma Airbnb cuenta con 223 inmuebles registrados en la ciudad de Santa Fe, la mayoría ubicados en el centro. Los precios oscilan entre los $4,000 y superan los $15,000 por noche.

El desafío reside en encontrar una solución que concilie los intereses de los propietarios, los inquilinos temporales y los vecinos permanentes. Si bien se están llevando a cabo esfuerzos para resolver estos conflictos, Govone reconoció que algunas personas pueden carecer de tolerancia, generando disputas similares a las que pueden surgir en cualquier convivencia en un edificio.