ANAC INVESTIGA EL PELIGROSO ATERRIZAJE DEL NUEVO AVIÒN PRESIDENCIAL

La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) ha iniciado una investigación luego de las críticas y repercusiones surgidas en redes sociales y medios de comunicación por la realización de una maniobra de "vuelo rasante" por parte de los pilotos del nuevo avión presidencial en el Aeroparque Jorge Newbery.

La maniobra en cuestión, ejecutada por los comandantes Juan Pablo Pinto y Leonardo Luis Barone, es una tradición que se realiza para celebrar el retiro de un piloto o la incorporación de una aeronave a la flota. Sin embargo, su realización no supuso riesgo alguno para la nave ni su tripulación. Es importante señalar que esta práctica no es recomendable en caso de clima inestable, como fue el caso.

El avión presidencial, un Boeing 757-200, recientemente incorporado a la flota estatal y adquirido por una inversión cercana a los u$s25 millones, tiene capacidad para transportar hasta 39 pasajeros. Su tripulación se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Defensa, lo que implica que los pilotos tienen matrícula militar y que el expediente abierto por la ANAC no implica una penalidad.

Durante el intercambio entre los pilotos y los controladores del aeropuerto, se registró un pedido para elevar la altitud del avión debido a las turbulencias y la inestabilidad climática, que incluía viento y precipitaciones. A pesar de estas advertencias y de que el presidente Alberto Fernández no se encontraba a bordo de la aeronave, los comandantes decidieron continuar con la maniobra, la cual resultó exitosa.

Una vez aterrizado el avión, la última comunicación de los pilotos informó que se retirarían hacia la plataforma militar.

La apertura del expediente por parte de la ANAC tiene como objetivo analizar en detalle las circunstancias y motivaciones detrás de la realización de la maniobra en un momento de condiciones climáticas inestables y la reciente adquisición del avión presidencial.