DESAFÍOS ECONÓMICOS, EL FMI PIDE MAYOR AJUSTE

La decisión del gobierno de devaluar el peso tras las recientes elecciones primarias abrió un abanico de desafíos económicos. Aunque el desembolso del FMI por $7.500 millones se esperaba como un respiro para las reservas internacionales, la realidad fue distinta: solo unos $5.300 millones ingresaron efectivamente a las arcas del país. La devolución de "préstamos puente" previos otorgados por la CAF y Qatar, junto con los intereses correspondientes, absorbió parte de estos fondos. Estos préstamos habían sido utilizados para cubrir vencimientos de capital al FMI y pagar intereses recientes.

La situación financiera se complica aún más a medida que se acerca el 1° de noviembre, fecha en la cual vencen aproximadamente $4.300 millones en pagos al FMI. Esto dejaría un déficit de alrededor de $700 millones en las cuentas. Además, la fijación de un tipo de cambio oficial en $350 hasta noviembre genera preocupaciones de que la inflación pueda erosionar rápidamente el valor del peso y anular los efectos de la devaluación.

Una de las principales inquietudes radica en el escenario político. La incertidumbre económica y la brecha cambiaria entre el tipo de cambio oficial y el paralelo pueden influir en la toma de decisiones financieras de los agentes económicos. La consultora Equilibra destaca que el "carry trade" en dólares, que brinda un rendimiento mensual cercano al 10% en plazos fijos si el tipo de cambio oficial se mantiene estable en $350 AR/US$, podría ser aprovechado en el corto plazo. No obstante, a medida que se acercan las elecciones presidenciales, es probable que los inversores opten por activos dolarizados para protegerse de una eventual devaluación después de los comicios.

El gobierno enfrenta un equilibrio delicado entre la necesidad de estabilizar la economía y evitar una escalada inflacionaria mientras se acercan las elecciones. Los analistas advierten sobre la posibilidad de un "cuello de botella" en la previa electoral, ya que se espera que el Ejecutivo deba corregir el atraso cambiario para reducir la brecha entre los tipos de cambio y desbloquear nuevos desembolsos del FMI.