ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL, SÌNTOMAS Y CÒMO PREVENIRLA

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es un término que engloba a dos afecciones principales: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Estas condiciones se caracterizan por la inflamación crónica del tracto digestivo y pueden afectar cualquier parte del sistema gastrointestinal, desde la boca hasta el ano.

Los síntomas de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal pueden variar en intensidad y duración, pero generalmente incluyen:

1. Diarrea crónica: Las personas con EII suelen experimentar diarrea persistente, a menudo con sangre o mucosidad en las heces.

2. Dolor abdominal: Se puede sentir dolor o malestar en el abdomen, que puede ser intermitente o constante.

3. Pérdida de peso y falta de apetito: La inflamación y los síntomas digestivos pueden afectar la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes, lo que lleva a una pérdida de peso involuntaria y una disminución del apetito.

4. Fatiga y debilidad: Muchas personas con EII experimentan fatiga extrema, cansancio y debilidad general.

5. Sangrado rectal: En el caso de la colitis ulcerosa, es común el sangrado rectal y la sensación de urgencia para evacuar.

Es importante destacar que los síntomas pueden variar de una persona a otra, y algunos pacientes pueden presentar síntomas extraintestinales, como inflamación en las articulaciones, erupciones cutáneas, problemas oculares, entre otros.

Si bien la causa exacta de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal no se conoce completamente, se cree que factores genéticos, ambientales y del sistema inmunológico desempeñan un papel importante en su desarrollo. No existe una forma garantizada de prevenir la EII, pero se pueden tomar medidas para reducir el riesgo y controlar los síntomas:

1. Mantener una dieta saludable: Adoptar una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, puede ayudar a mantener la salud del sistema digestivo.

2. Evitar el tabaco: Fumar cigarrillos se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades inflamatorias intestinales, por lo que es fundamental evitar el tabaco.

3. Gestionar el estrés: El estrés no causa directamente la EII, pero puede empeorar los síntomas. Practicar técnicas de manejo del estrés, como el ejercicio regular, la meditación o la terapia cognitivo-conductual, puede ser beneficioso.

4. Seguir el tratamiento médico: Si se ha diagnosticado EII, es esencial seguir el plan de tratamiento recomendado por el médico, que puede incluir medicamentos, cambios en la dieta y terapia de mantenimiento