FIN DE LOS BILLETES DE $1.000 Y $2.000: EL BCRA DEJA DE IMPRIMIR DENOMINACIONES BAJAS EN CASA DE MONEDA

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) tomó una decisión sin precedentes: la Casa de Moneda dejará de imprimir billetes, luego de casi 150 años de actividad. El organismo rescindió el contrato para la impresión de billetes de $1.000 y $2.000, argumentando razones económicas que abarcan desde los costos de producción hasta la necesidad de mayores denominaciones para acompañar el contexto inflacionario.

Causas y contexto de la decisión
La decisión de cortar con la impresión de billetes en Casa de Moneda responde principalmente a la reducción de costos. Según fuentes oficiales, resulta más barato imprimir en el exterior que en la entidad nacional. Los costos internos de producción superan a los internacionales debido a factores como los altos costos de energía, logística y materias primas en el país. La empresa China Banknote Printing and Minting Corporation (CBPMC), junto a compañías de Estados Unidos y Europa, aparece como posible proveedora en el futuro.

Además, el crecimiento de las transacciones digitales y los pagos electrónicos ha generado una capacidad ociosa en la impresión de billetes a nivel mundial. En un entorno cada vez más fintech, las demandas de billetes están enfocándose más en valores altos, dejando a las denominaciones actuales desfasadas frente a la inflación.

Impacto en Casa de Moneda y su futuro incierto
Esta medida también impacta profundamente en Casa de Moneda, una institución con 148 años de historia. Las máquinas de impresión de billetes serán apagadas, y el personal tomará vacaciones hasta fin de año. Esta situación reaviva la posibilidad del cierre de la Casa de Moneda, algo que ya había sido planteado por el Gobierno. Por ahora, la entidad seguirá operativa con la confección de pasaportes y patentes de vehículos, aunque su rol dentro de la economía nacional queda en una posición incierta.

Un debate sobre la independencia monetaria y el valor simbólico
El abandono de la producción nacional de billetes no es solo una decisión económica, sino también un acto simbólico que lleva a preguntarse sobre la independencia monetaria. Desde su creación en 1875, Casa de Moneda ha sido símbolo de la autonomía argentina en la emisión de dinero. El hecho de que la impresión de la moneda nacional dependa de empresas extranjeras abre el debate sobre la soberanía monetaria, especialmente en un contexto de alta inflación y devaluación del peso.