NOVIEMBRE EN NÚMEROS, INFLACIÓN A LA BAJA Y CANASTA BÁSICA EN ALZA.

En el mes de noviembre, una familia tipo compuesta por dos adultos y dos menores necesitó contar con al menos $1.001.466,22 para no ser considerada pobre, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Este monto corresponde al valor de la Canasta Básica Total (CBT), que experimentó un aumento del 1,5% respecto al mes anterior, situándose por debajo de la inflación mensual, que alcanzó el 2,4%.

Por otro lado, las familias con ingresos inferiores a $439.239,58 fueron consideradas en situación de indigencia, según el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Este indicador, que mide exclusivamente los alimentos esenciales para la subsistencia, registró un incremento del 1,1%, también inferior a la inflación general y significativamente menor al índice de precios al consumidor (IPC).

El impacto de la inflación en las canastas básicas

En el análisis interanual, la CBA mostró un aumento del 156,5%, mientras que la CBT creció un 137,4%. Ambos incrementos se ubicaron por debajo de la inflación acumulada en el mismo período, que fue del 166%. En lo que va de 2024, el aumento acumulado de la CBA y la CBT fue del 82,5% y del 102%, respectivamente, mientras que el IPC general acumuló un alza del 112%.

Es importante destacar que estas mediciones suponen que la familia es propietaria de su vivienda, por lo que no incluyen el costo del alquiler. Este factor puede representar un gasto significativo para muchos hogares y alterar sustancialmente el panorama económico familiar.

Desaceleración de la inflación y particularidades del IPC

Un dato positivo dentro de este contexto es la desaceleración de la inflación, que en noviembre marcó el tercer mes consecutivo de reducción. El IPC se ubicó en 2,4%, por debajo del 2,8% estimado por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por consultoras y entidades financieras.

Entre las divisiones de productos con menores variaciones en noviembre destacaron los rubros de equipamiento y mantenimiento del hogar (+1,5%) y alimentos y bebidas (+0,9%). Además, el índice reflejó una deflación en la categoría de precios estacionales, un fenómeno inusual que contribuyó a moderar el índice general.

El desafío de las familias frente a la economía actual

A pesar de la desaceleración inflacionaria, los datos revelan un escenario económico desafiante para las familias argentinas. Los incrementos en las canastas básicas, aunque menores que la inflación general, continúan siendo significativos, impactando de manera directa en el poder adquisitivo y la calidad de vida de los hogares.

Con el inicio de un nuevo año cercano, los esfuerzos por mantener la tendencia a la baja en la inflación y garantizar el acceso a los bienes esenciales se perfilan como prioridades tanto para las autoridades como para la sociedad en su conjunto.