LA INFLACIÓN MUESTRA UNA DESACELERACIÓN PERO CONTINÚA ALTA

La inflación en Argentina ha sido un desafío constante en la economía del país y un tema de preocupación para los ciudadanos. En junio, se observó una desaceleración en la tasa de inflación mensual, en gran parte debido a menores aumentos en alimentos y regulados. Sin embargo, los expertos señalan que esta tendencia puede no mantenerse en el segundo semestre y que persisten los desafíos a largo plazo.

Según el IPC GBA Ecolatina, la inflación mensual en junio se situó en un 7,2%, lo que representa una disminución de 1,5 puntos porcentuales respecto al mes anterior. Sin embargo, en comparación con junio de 2022, la inflación interanual se aceleró del 117,3% al 120,7%.

La moderación de la inflación en junio fue posible gracias a menores incrementos en los precios regulados y en alimentos. La inflación núcleo, que excluye a los productos sujetos a regulación, experimentó una desaceleración de 1,6 puntos porcentuales, alcanzando un 6,8%, su menor aumento desde enero.

La consultora Ecolatina señaló que la desaceleración de la inflación núcleo podría dar argumentos al Banco Central de la República Argentina (BCRA) para mantener estables las tasas de interés en el corto plazo, las cuales se espera que se mantengan en terreno positivo por segundo mes consecutivo.

El aumento en los precios regulados fue del 7,5% en junio, con una variación interanual del 126,9%. En mayo, se produjeron aumentos significativos en tarifas de servicios públicos, cigarrillos, educación, salud y comunicaciones, lo que llevó a un índice de inflación del 12,4%. En junio, los aumentos estuvieron impulsados principalmente por incrementos en electricidad, transporte público, educación y prepagas.

En cuanto a los precios estacionales, experimentaron un crecimiento del 8,5% en junio, con una variación interanual del 160,3%. Esto se debió principalmente a aumentos en turismo y verduras.

En el desglose por rubros, los alimentos y bebidas registraron un aumento del 6,7%, moderado por una menor evolución en los productos de consumo masivo, que alcanzaron su menor registro desde marzo. Algunos de los mayores aumentos se observaron en verduras, comidas para llevar, condimentos, infusiones y azúcar, dulces y cacao.

Otros rubros que mostraron menores incrementos fueron transporte y comunicaciones, indumentaria y otros bienes y servicios, que incluyen cigarrillos y artículos para el cuidado personal.

En contraste, los rubros de vivienda y servicios básicos, educación, salud y esparcimiento experimentaron mayores aumentos, impulsados principalmente por incrementos en electricidad, alquileres, transporte por turismo y productos medicinales.

A pesar de la desaceleración observada en junio, los analistas advierten sobre los desafíos a largo plazo que enfrenta la economía argentina. La inflación sigue siendo alta, y el aumento de la nominalidad se mantiene en niveles elevados. Las proyecciones indican que la inflación anual podría superar el 130% en 2023.

En este contexto, los expertos destacan la necesidad de abordar los problemas estructurales que contribuyen a la inflación en Argentina, como la indexación creciente, la distorsión de los precios relativos y la falta de confianza para coordinar expectativas en medio de la incertidumbre política y económica.