
Política
MILEI LE ARREBATÓ LA CORONA A MACRI Y CONQUISTÓ CABA: EL NUEVO DUEÑO DEL ANTIPERONISMO
19/05/2025 - 09:21

En una elección de medio término que cobró una inusitada relevancia, La Libertad Avanza (LLA) logró una victoria resonante en la Ciudad de Buenos Aires, una plaza históricamente dominada por el macrismo. Esta vez, el escenario fue diferente: lejos de los acuerdos, Javier Milei apostó todo y ganó. Su partido no solo consolidó un liderazgo emergente, sino que desplazó definitivamente al PRO como referencia del electorado no peronista.
Los libertarios jugaron sin red. Descartaron cualquier alianza con el macrismo y apuntaron todos sus cañones al partido amarillo. La estrategia fue clara: absorber su electorado, seducir a sus dirigentes y terminar de vaciar al PRO desde adentro. Con una campaña que nacionalizó el discurso, el oficialismo libertario convirtió esta elección local en un plebiscito sobre la gestión nacional. Y el resultado les dio la razón.
La avanzada violeta se acelerará en los próximos días. La consigna no es solo sumar votos: es capturar estructuras, legisladores, referentes barriales y hasta intendentes. Mauricio Macri, una vez líder indiscutido del espacio no peronista, fue desplazado del centro del tablero. El rol ahora es de Milei, quien no dudó en encabezar la campaña porteña, incluso dejando de lado su viaje al Vaticano. En su lugar, eligió quedarse para asegurar una victoria clave.
En esa cruzada, el vocero presidencial Manuel Adorni fue la cara visible. Y la apuesta rindió frutos: LLA logró polarizar la elección con Leandro Santoro, desplazó al PRO al tercer puesto, y colocó a Adorni como figura ascendente del espacio. Ni los escándalos previos —como el video fake o las tensiones con la ley de Ficha Limpia— ni la baja participación impidieron el triunfo.
El lema “kirchnerismo o libertad”, aunque simplista, resultó efectivo. Si bien ni Santoro representa estrictamente al kirchnerismo ni LLA encarna de manera pura la idea de libertad, la consigna permitió una dicotomía funcional para ordenar el voto opositor. El mensaje caló, especialmente entre los sectores desencantados del macrismo que no encontraron una renovación interna.
Adorni eligió no centrarse en la Ciudad, sino hablar del “modelo Milei” para Buenos Aires: motosierra, equilibrio fiscal, orden, y fin de los piquetes. Temas que resuenan con fuerza en el electorado urbano. Así, logró capitalizar los logros percibidos del Gobierno nacional, como la baja de la inflación o la estabilidad cambiaria, y proyectarlos sobre territorio porteño.
El resultado fue doblemente exitoso. Primero, porque dejó al PRO herido en su cuna política. Segundo, porque LLA terminó en primer lugar, incluso cuando un segundo puesto ya hubiese sido considerado un triunfo estratégico. “Pintamos de violeta la ciudad que antes era amarilla, ahora hay que pintar el país”, lanzó un Milei eufórico.
La Libertad Avanza se encamina a convertirse en el nuevo eje del espacio no peronista. Ya no será necesaria la mediación de Macri para cerrar acuerdos con dirigentes locales. Ahora, son las puertas y ventanas de LLA las que se abren para recibir a los que, hasta ayer, lucían con resignación la camiseta amarilla.

