DEPÓSITOS EN BAJA Y DESCONFIANZA EN ALZA: EL PLAN “DÓLARES DEL COLCHÓN” NO DESPEGA

A más de diez días del anuncio oficial, el plan del ministro de Economía, Luis Caputo, para incentivar el ingreso de dólares “del colchón” al sistema financiero aún no muestra resultados concretos. Lejos de crecer, los depósitos en dólares retrocedieron USD 334 millones desde el 22 de mayo hasta el último dato disponible del 30 de mayo, según registros del mercado financiero.

Mientras tanto, desde el propio Gobierno reconocen las demoras: el director del Banco Central, Federico Furiase, admitió que “falta afinar todos los temas operativos”, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, anticipó que esta semana se presentará en el Congreso el proyecto de ley con el que se busca “blindar” la iniciativa, generando mayor confianza legal y regulatoria.

El mercado pide certezas

“El mercado necesita más certezas legislativas y operativas para confiar en que este proceso será sostenible y ordenado”, sostuvo Leonardo Anazole, economista y director de CEPEC. Según explicó, la idea de monetizar los dólares en la economía puede resultar atractiva para avanzar hacia una mayor estabilidad, pero las señales aún son insuficientes.

Federico Glustein, también economista, agregó que además de la falta de especificaciones, el contexto cambiario actual contribuye a la cautela. “La suba de las cotizaciones hace conveniente mantener las divisas fuera del sistema para aprovechar oportunidades de carry trade y la volatilidad”, señaló.

Desconfianza, tasas y oportunidades fuera del sistema

Glustein advirtió además que las condiciones actuales no invitan a repatriar divisas: “Algunos bancos ofrecen tasas de hasta 5,5% para plazos fijos en dólares, con el fin de seguir financiando créditos privados o endeudamiento corporativo, que llegan a pagar hasta el 11%”.

En ese contexto, concluyó que “faltan condiciones macroeconómicas más estables e incentivos claros” para que los ahorristas decidan confiar nuevamente en el sistema financiero. Por ahora, la expectativa oficial choca con una realidad: el dólar sigue debajo del colchón.