
Salud
OLA DE CALOR: IMPACTO EN LA SALUD Y CLAVES PARA PREVENIR SUS EFECTOS
02/02/2025 - 16:09

Las temperaturas extremas, especialmente el calor intenso, pueden representar una grave amenaza para la salud. En diversas regiones del mundo, las olas de calor han aumentado en frecuencia e intensidad, afectando especialmente a los grupos más vulnerables como niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Los peligros del calor extremo
El cuerpo humano tiene mecanismos de regulación térmica que le permiten mantener una temperatura estable. Sin embargo, cuando el calor es excesivo y la exposición prolongada, el organismo puede fallar en su intento de disipar el calor, lo que genera diversos problemas de salud.
Entre las principales afecciones causadas por las altas temperaturas se encuentran:
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Golpe de calor: Se produce cuando la temperatura corporal supera los 40°C, afectando el sistema nervioso central. Puede provocar confusión, piel caliente y seca, desmayo e incluso la muerte si no se trata de inmediato.
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Deshidratación: Ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere. Los síntomas incluyen mareos, sequedad en la boca, fatiga y disminución de la orina.
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Agotamiento por calor: Se manifiesta con sudoración excesiva, debilidad, náuseas y dolor de cabeza. Es un signo de advertencia previo a un golpe de calor.
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Erupciones cutáneas y calambres: Son provocados por la deshidratación y la pérdida de electrolitos, afectando especialmente a quienes realizan actividades físicas bajo el sol.
Cómo prevenir los efectos del calor extremo
Para evitar los riesgos asociados a las altas temperaturas, es fundamental adoptar medidas de prevención:
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Hidratación constante: Beber agua regularmente, incluso sin sentir sed, y evitar el alcohol y las bebidas con cafeína.
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Evitar la exposición solar directa: Permanecer en lugares frescos y a la sombra entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando el sol es más intenso.
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Usar ropa adecuada: Optar por prendas ligeras, de colores claros y tejidos transpirables como el algodón.
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Alimentación ligera: Consumir comidas frescas, ricas en frutas y verduras, evitando platos pesados y con alto contenido graso.
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Ventilación adecuada: Mantener los espacios ventilados y utilizar ventiladores o aire acondicionado para reducir la temperatura ambiente.
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Cuidado con los grupos vulnerables: Prestar especial atención a niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, asegurándose de que estén bien hidratados y en lugares frescos.

