OLA DE VIOLENCIA EN ESCUELAS DE ROSARIO, ALUMNOS Y DOCENTES QUE NO SE REPONEN

Los equipos directivos, docentes y no docentes se ven afectados por una serie de situaciones violentas que han ocurrido en los últimos meses, lo que ha llevado a que muchos de ellos soliciten licencias médicas transitorias o especiales.

La directora de una de las escuelas que ha sido blanco de amenazas en varias ocasiones describe cómo las sensaciones de angustia y miedo han afectado a todo el personal. La violencia en los edificios escolares se ha vuelto recurrente y ha dejado un impacto profundo en la comunidad educativa. El delegado de la Regional VI de Educación, Osvaldo Biagiotti, reconoce que, si bien el clima se va "acomodando" con el paso de los días, muchos maestros siguen sintiendo pavor y han experimentado un shock inicial.

La situación es compleja, ya que se han registrado amenazas en al menos una docena de escuelas en lo que va del año. Además, los docentes han denunciado recibir intimidaciones en sus teléfonos celulares, y se han reportado casos de edificios escolares baleados, algunos de ellos más de una vez, como en el caso del complejo Rosa Ziperovich en la zona sur. También ha habido situaciones de extrema tensión en las que los equipos directivos y docentes han tenido que velar por la seguridad de los estudiantes y, en algunos casos, sacarlos de la escuela para resguardar su integridad.

Estos actos de violencia y amenazas no solo afectan el ambiente escolar, sino que también tienen un impacto en la calidad educativa y en el bienestar emocional de los estudiantes. El clima de inseguridad y temor dificulta el desarrollo de un entorno propicio para el aprendizaje y puede generar traumas en los niños y jóvenes.

Ante esta situación preocupante, es fundamental que las autoridades educativas y de seguridad tomen medidas firmes para garantizar la protección de las escuelas y el personal docente. Se requiere una respuesta efectiva por parte de las autoridades para identificar a los responsables de estos actos violentos y brindar el apoyo necesario a las escuelas y a todo el personal educativo.

La comunidad en general también debe ser consciente de la importancia de preservar un entorno seguro y respetuoso en las escuelas. Es necesario fomentar la denuncia de cualquier acto de violencia o amenaza y promover una cultura de paz y convivencia en el ámbito escolar.

En última instancia, es crucial que se establezcan políticas de prevención y se refuercen los mecanismos de seguridad en las escuelas, para que los educadores puedan desempeñar su importante labor sin temor y para que los estudiantes puedan acceder a una educación de calidad en un entorno seguro y propicio para su desarrollo integral.