PRIMER OLA DE CALOR, CÓMO SIGUE EL TIEMPO EN SANTA FE

Tras un inicio de verano relativamente benigno, la ciudad de Santa Fe y sus alrededores enfrentan una intensa ola de calor, con temperaturas que superarán los 35°C durante toda la semana y podrían alcanzar picos de más de 40°C. Esta situación representa un cambio abrupto respecto a las condiciones climáticas más agradables experimentadas hasta ahora en la temporada.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido una alerta amarilla para la región, advirtiendo sobre el impacto potencial de estas altas temperaturas en la salud, especialmente para grupos de riesgo como niños, personas mayores y aquellos con enfermedades crónicas.

Las actuales condiciones meteorológicas en el centro del país y norte de la Patagonia son el resultado de un centro de alta presión que inhibe la formación de nubes y propicia el desplazamiento de aire cálido desde el norte. Este sistema estacionario es el principal responsable de la persistente ola de calor.

Es interesante notar que, a diferencia del verano anterior, que estuvo marcado por el fenómeno La Niña y resultó en un período extremadamente cálido y seco en la región, el presente verano ha estado bajo la influencia de El Niño. Este fenómeno generalmente trae consigo un incremento en las lluvias y una moderación de las temperaturas. Sin embargo, la actual ola de calor ocurre a pesar de la presencia de El Niño, demostrando la complejidad y variabilidad de los patrones climáticos.

Para los próximos días, se espera que las temperaturas continúen en ascenso, especialmente en las provincias del este. En Santa Fe y Corrientes, los termómetros podrían superar los 40°C, mientras que en otras áreas del Litoral, como Misiones, se prevén temperaturas algo más moderadas, pero aún elevadas, oscilando entre los 30 y 35°C.

Las autoridades y expertos recomiendan tomar precauciones ante estas condiciones extremas, como mantenerse hidratado, evitar la exposición prolongada al sol, especialmente en horas pico, y prestar especial atención a los más vulnerables.

Esta ola de calor pone de manifiesto la importancia de estar preparados para enfrentar eventos meteorológicos extremos, que pueden presentarse incluso en temporadas que inicialmente parecen más benignas.