Un informe reciente elaborado por Nadin Argañaraz, titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), revela que el gasto devengado de la Administración Pública Nacional (APN) experimentó una significativa contracción durante 2024, registrando una caída de 4,2 puntos del Producto Bruto Interno (PBI). Este ajuste, que llevó el gasto del 19,9% al 15,7% del PBI, se sustentó principalmente en recortes aplicados a áreas clave del gasto social.
Un ajuste focalizado en el gasto social
El análisis detalla que, de las 29 finalidades identificadas en el presupuesto nacional, 22 de ellas experimentaron un descenso en su peso relativo respecto al PBI. Entre las más afectadas se encuentran Promoción y asistencia social (-0,78 puntos), Seguridad social (-0,66), Educación y cultura (-0,58), Energía y combustibles (-0,52), Transporte y Relaciones interiores. Estas áreas representaron el 80% de la reducción total del gasto público relativo al PBI.
Por otro lado, algunas áreas lograron incrementar su participación, aunque de manera marginal. Entre ellas, destacan Trabajo (+0,08 puntos), Salud (+0,05 puntos) y Finanzas e intereses (+0,01 puntos).
“El Gobierno nacional llevó adelante una significativa reducción real del nivel de gasto público durante el año 2024. Este análisis cuantifica esa reducción en términos del PBI, destacando el impacto de un ajuste en el contexto de una economía que también se contrajo un 3%”, señala el informe de Argañaraz.
Los números concretos del ajuste
Según datos oficiales del Ministerio de Economía, hasta noviembre de 2024 el gasto devengado y efectivamente pagado alcanzó los $82,7 billones, lo que representa una caída real del 11% en el acumulado entre enero y noviembre, en comparación con el mismo período del año anterior.
En términos de resultado fiscal, el Gobierno registró un superávit primario acumulado de $11,7 billones en los primeros 11 meses del año. Este superávit, que excluye el pago de intereses de la deuda, se reduce a $3,3 billones cuando se consideran los intereses. En diciembre, tal como anticipó el ministro de Economía, Luis Caputo, el déficit financiero fue equivalente a 0,3 puntos del PBI. Esto indica que, pese al ajuste, el Gobierno logró mantener un saldo positivo en el resultado primario y probablemente cerrará el año en equilibrio financiero.
El impacto del ajuste en un contexto de contracción económica
El informe subraya que las cifras deben analizarse en el contexto de una economía más pequeña, ya que el PBI se contrajo un 3% en 2024. Esto significa que, aunque la reducción del gasto en términos absolutos es relevante, su impacto relativo al PBI se amplifica debido al menor tamaño de la economía.
Además, es importante recordar que la APN incluye únicamente la administración central, dejando fuera a organismos descentralizados, instituciones de la seguridad social, universidades públicas y empresas estatales, que se consideran dentro del Sector Público Nacional (SPN).
Perspectivas para 2025
Con un escenario marcado por la necesidad de consolidar las cuentas públicas, las expectativas para el próximo año giran en torno a la capacidad del Estado para equilibrar el ajuste fiscal con el sostenimiento de programas sociales y áreas estratégicas de inversión. Mientras tanto, el informe del IARAF pone en evidencia los costos sociales del ajuste, que podría tener un impacto a largo plazo en sectores clave como la educación, la seguridad social y la promoción social.
Este análisis plantea un interrogante crucial para el futuro: ¿será sostenible este nivel de gasto reducido sin comprometer el desarrollo económico y social del país? La respuesta dependerá de la capacidad de la economía para recuperarse y de las políticas que se adopten en el próximo año.
