REFORMA A LA LEY DE ALQUILERES: CONOCE TODAS LAS CLAVES APROBADAS

La Cámara de Diputados ha confirmado la aprobación definitiva de la reforma de la Ley de Alquileres, que modifica la ley sancionada en junio de 2020. Esta reforma introduce cambios significativos, entre los cuales destacan el ajuste semestral de los contratos de alquiler y el uso del coeficiente Casa Propia para la actualización de los mismos.

Para que la reforma entre en vigencia formalmente, es necesario que se publique en el Boletín Oficial, un proceso que podría demorar alrededor de 40 días. Hasta que esto ocurra, los contratos de alquiler continuarán siendo de tres años y se ajustarán anualmente a través del Índice de Contratos de Locación (ICL).

Una vez implementados los cambios votados en Diputados, se aplicará el nuevo esquema de alquileres aprobado en el Congreso nacional. Este nuevo sistema utiliza el coeficiente Casa Propia, que toma en cuenta el menor indicador entre la variación salarial y la inflación del último año. Además, se introduce un ajuste semestral en lugar del anual que se utilizaba anteriormente.

¿Cómo funciona la fórmula Casa Propia? Este coeficiente considera el menor indicador entre el promedio de la variación salarial del último año y el promedio de la inflación del mismo período. Además, incorpora el Coeficiente de Variación Salarial (CVS) con un aforo del 0,9, lo que significa que solo se refleja el 90% de la variación salarial total.

Una vez que la reforma entre en vigor, los inquilinos deberán utilizar la fórmula Casa Propia para calcular los ajustes en sus alquileres. Esto implica tomar los valores del coeficiente Casa Propia de los últimos seis meses, multiplicarlos entre sí y luego multiplicar el resultado por el monto de la cuota de alquiler actual. Como resultado, se obtendrá el nuevo monto a pagar.

En contraste, el sistema anterior utilizaba el Índice de Contratos de Locación (ICL), que era un ajuste anual. Con la nueva reforma, los inquilinos y propietarios podrán beneficiarse de un sistema más flexible y acorde a las condiciones del mercado actual.

Los cambios clave en la reforma incluyen la duración de los contratos (tres años), ajustes semestrales en lugar de anuales, la aplicación del índice Casa Propia en lugar del ICL, contratos en moneda nacional, incentivos fiscales para propietarios que alquilen sus viviendas y la prohibición de publicar avisos en dólares. La ley vigente permite pagos adelantados de hasta un mes de alquiler por parte de los inquilinos.