SE CONFIRMO QUE EL CICLO MENSTRUAL IMPACTA EN EL CEREBRO

Hasta hace poco, el impacto del ciclo menstrual en el cerebro era en gran parte desconocido, eclipsado por mitos y estigmas. Sin embargo, un estudio pionero liderado por neurocientíficas de la Universidad de California ha arrojado luz sobre este tema, revelando que las fluctuaciones hormonales a lo largo del ciclo menstrual pueden alterar la materia gris y blanca del cerebro. Aunque aún no se comprende completamente cómo estos cambios afectan al funcionamiento del cerebro, este descubrimiento sienta las bases para futuras investigaciones sobre la salud mental en relación con la menstruación.

Investigación Revolucionaria: Las neurocientíficas Elizabeth Rizor y Viktoriya Babenko utilizaron técnicas de neuroimagen y análisis hormonal para estudiar cómo los niveles de hormonas gonadales (estrógenos y progesterona) y gonadotropinas (FSH, LH y hCG) fluctúan durante el ciclo menstrual. Utilizando una muestra de 30 mujeres menstruantes, realizaron resonancias magnéticas para estudiar la estructura cerebral en diferentes fases del ciclo (menstruación, ovulación y fase lútea media). Los resultados sorprendieron al revelar que las hormonas no solo afectan al cuerpo, sino que también tienen un impacto en la materia gris y blanca del cerebro.

Impacto en el Cerebro: Antes de la ovulación, cuando los niveles de luteinizante y estrógeno aumentan, se observaron cambios en la materia blanca del cerebro. Esto sugiere una transferencia más rápida de información a través de las fibras nerviosas. Por otro lado, niveles más altos de progesterona se relacionaron con una disminución en el volumen del líquido cefalorraquídeo, que protege el cerebro de lesiones repentinas, y un aumento en la materia gris. A pesar de estos hallazgos, el volumen del cerebro no se alteró en ningún momento del ciclo menstrual.

Hacia Futuras Investigaciones: Este descubrimiento plantea preguntas fascinantes sobre cómo el ciclo menstrual puede influir en la salud mental y el funcionamiento cerebral. Aunque aún queda mucho por entender, este estudio marca un hito importante en la comprensión de la interacción entre el ciclo menstrual y el cerebro, y podría llevar a investigaciones más profundas en el futuro.