CRISIS DEL TRANSPORTE, NO SE SABE SI HABRA COLECTIVOS PARA EL FIN DE SEMANA LARGO

La ciudad de Santa Fe se encuentra paralizada sin servicio de colectivos por tercer día consecutivo, en medio de un paro de actividades llevado adelante por los choferes agrupados en la seccional local de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). La medida de fuerza surge como respuesta al incumplimiento en el pago total de los salarios de enero, habiendo recibido los trabajadores sólo el 40% de lo que les corresponde.

La situación se torna aún más crítica al considerar que estamos a las puertas de un fin de semana largo por los festejos de carnaval, una fecha en la que se esperaba una alta demanda del servicio de transporte público. Desde UTA Santa Fe se ha indicado que se evaluará el desarrollo de los eventos a lo largo del día para determinar los pasos a seguir en este conflicto que parece no encontrar una solución inmediata.

Esta crisis en el transporte público no es un evento aislado, sino que es reflejo de una problemática que se ha extendido por meses a lo largo de Argentina, encontrando en Santa Fe uno de sus puntos más álgidos. La reciente subida del boleto de colectivo, que alcanzó los 380 pesos este jueves, no ha hecho más que agravar la situación. La suspensión de los subsidios del Fondo Compensador por parte del Gobierno nacional, anunciada el mismo día, ha sumido al sector en una incertidumbre aún mayor.

El tesorero de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap), Roberto Albisu, ha declarado que, bajo estas nuevas circunstancias, el costo del boleto en Santa Fe debería rondar los 1.000 pesos para cubrir los gastos operativos sin los subsidios estatales. Esta afirmación resalta la profunda crisis que atraviesa el sistema de transporte público, poniendo en evidencia la insostenibilidad del modelo actual sin una intervención efectiva que permita garantizar tanto la continuidad del servicio como la justa remuneración de sus trabajadores.

Ante este panorama, la población de Santa Fe se ve severamente afectada, no sólo por la falta de un servicio esencial como es el transporte público, sino también por la incertidumbre económica que rodea al sector. Los próximos días serán cruciales para definir el rumbo de esta crisis, en la que se espera una solución que atienda las demandas de los trabajadores sin comprometer aún más la accesibilidad al transporte para los ciudadanos.