EE.UU Y EUROPA TOMAN UNA POSTURA PARA REGULAR LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Estados Unidos y Europa se encuentran en la vanguardia de la regulación de la Inteligencia Artificial, aunque con enfoques ligeramente diferentes. A medida que la IA se vuelve cada vez más omnipresente en nuestras vidas, es esencial establecer salvaguardias y estándares para garantizar su implementación segura y ética.

Postura de Estados Unidos:

En Estados Unidos, la postura hacia la regulación de la IA se caracteriza por un enfoque más orientado al mercado y la innovación. Las empresas tecnológicas de Silicon Valley han liderado el desarrollo de la IA, y el gobierno estadounidense ha optado por un enfoque menos intervencionista para no sofocar la innovación. Sin embargo, a medida que los riesgos asociados con la IA se vuelven más evidentes, el gobierno ha comenzado a considerar la necesidad de una mayor regulación.

La Casa Blanca ha expresado su compromiso de abordar los desafíos éticos y de seguridad planteados por la IA. En 2019, la Administración Trump emitió una Orden Ejecutiva para promover la excelencia en la IA y establecer directrices para su desarrollo. La Administración Biden ha mantenido esta línea y ha mostrado interés en promover la transparencia y la responsabilidad en el uso de la IA, especialmente en sectores como la salud, la justicia penal y la seguridad nacional.

Además, Estados Unidos ha abogado por la cooperación internacional en la regulación de la IA. Ha buscado establecer alianzas con otros países y organizaciones para desarrollar estándares comunes y compartir mejores prácticas. Estas iniciativas buscan garantizar que la IA se utilice de manera justa y segura en todo el mundo.

Postura de Europa:

Europa, por su parte, ha adoptado una postura más proactiva en la regulación de la IA, centrándose en salvaguardar los derechos de los ciudadanos y proteger su privacidad. La Unión Europea (UE) ha presentado una propuesta de regulación integral llamada Reglamento sobre Inteligencia Artificial, que busca establecer normas claras para el desarrollo y despliegue de la IA en el mercado europeo.

El Reglamento propuesto busca prohibir ciertas prácticas de IA consideradas inaceptables o de alto riesgo, como la vigilancia masiva y la manipulación de comportamientos individuales. También propone requisitos de transparencia para los sistemas de IA utilizados en áreas críticas como la salud y el transporte. Además, el Reglamento establece obligaciones de evaluación de riesgos y garantiza que los sistemas de IA sean responsables, justos y no discriminatorios.