GRAN PREOCUPACIÓN DE COMERCIANTES POR LOS SAQUEOS

En lo que parece ser un inquietante patrón de delincuencia, la ciudad de Santa Fe fue testigo de una serie de eventos violentos que han dejado a los residentes y comerciantes consternados. Durante la tarde del pasado jueves, un grupo estimado de entre 15 y 20 hombres y mujeres llevó a cabo un ataque coordinado en tres establecimientos comerciales, sembrando el caos en las calles y generando preocupación generalizada por la seguridad en la ciudad.

El supermercado Kilbel, ubicado en la concurrida intersección de las calles López y Planes e Iturraspe, fue el escenario de uno de los actos más audaces y descarados. Los delincuentes irrumpieron en el establecimiento con violencia, tomando por sorpresa a clientes y empleados por igual. Testigos presenciales relatan momentos de caos mientras la banda se apoderaba de mercadería, alimentos y bebidas de manera rápida y despiadada.

Sorprendentemente, este no fue un incidente aislado. En el mismo lapso de tiempo, se reportaron dos intentos de robo similares en otras tiendas cercanas, lo que apunta a una coordinación premeditada y preocupante por parte de los delincuentes. La rápida sucesión de estos eventos ha generado un clima de temor en toda la comunidad comercial de la zona, así como en los residentes de la ciudad en general.

Los comerciantes, en especial, han manifestado su profunda preocupación por la creciente inseguridad que enfrentan. Muchos de ellos han expresado su temor a convertirse en próximas víctimas y han instado a las autoridades locales a tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad en las calles y en los establecimientos comerciales. Las asociaciones comerciales también han solicitado un aumento de la presencia policial y una mayor colaboración entre las fuerzas del orden y la comunidad para abordar este alarmante problema.

Las autoridades locales, por su parte, han anunciado que están investigando estos incidentes y han prometido tomar medidas para prevenir futuros actos delictivos. Sin embargo, la sensación de vulnerabilidad persiste entre los ciudadanos y comerciantes, quienes esperan acciones concretas para revertir esta preocupante tendencia.