LA TARIFA DE GAS AUMENTARÁ MÁS DE LO PREVISTO EN SANTA FE

La reciente decisión del Gobierno de no trasladar a los usuarios el costo completo de las importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) está generando un intenso debate en el sector energético. Mientras los precios mayoristas se ajustan por el Plan Gas, que involucra contratos entre petroleras nacionales y distribuidoras, las importaciones, necesarias para completar la demanda, se mantienen a un precio significativamente superior.

En el contexto actual, el costo del GNL importado, que llega por barcos al puerto de Escobar, ronda los US$ 10 por millón de BTU, casi el doble del costo del gas producido localmente durante el invierno (US$ 4,43 por millón de BTU). Este desfase en los precios plantea un dilema considerable, dado que los contratos económicos del sector podrían verse comprometidos si el Ministerio de Economía no cubre la diferencia mediante subsidios.

Este año, la empresa pública Energía Argentina (Enarsa) planea importar 30 cargamentos de gas entre abril y agosto, con un costo que ha superado los US$ 9,99 por millón de BTU. Sin embargo, la nueva estrategia del Gobierno de licitar este gas importado a través del Mercado Electrónico de Gas (Megsa) a un precio de US$ 12,90 ha resultado en licitaciones desiertas, debido a la incertidumbre de las distribuidoras sobre la posibilidad de trasladar estos costos a los consumidores finales.

Este escenario pone en relieve el delicado equilibrio que deben manejar las autoridades: asegurar el abastecimiento físico de gas sin comprometer la estabilidad financiera de las distribuidoras ni impactar de manera excesiva en los usuarios. La Ley 24.076, que regula el sector, establece un principio de neutralidad tarifaria que complica aún más la situación, al impedir que las distribuidoras trasladen libremente estos costos incrementados a los usuarios.

El impacto ya se siente en los usuarios finales, con un aumento del gas que ha superado el 650% interanual para los hogares con ingresos altos y un retiro parcial de subsidios para los hogares de ingresos más bajos y la clase media.