Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) argentinas enfrentan un desafiante panorama económico, según el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Las ventas minoristas registraron una caída del 7,3% en abril de este año en comparación con el mismo mes del año anterior, marcando una contracción acumulada del 18,4% durante el primer cuatrimestre de 2024.
A pesar de una leve mejora del 1,6% en la comparación mensual desestacionalizada, el sector no logra recuperar el terreno perdido, reflejando una dinámica preocupante en el poder adquisitivo de los consumidores. Este fenómeno ha afectado a la mayoría de los rubros, con excepción de Textil e Indumentaria, que vio un aumento del 8,8%.
Sectores más afectados
La perfumería se destacó como el sector más golpeado, con una alarmante caída del 23,3% en abril. Esta tendencia negativa se observó también en otros sectores clave como Farmacia, que registró un desplome del 18% en el mismo período, acumulando una caída del 31,3% en los primeros cuatro meses del año. Por otro lado, Alimentos y Bebidas sufrieron una disminución del 8,5% en abril, acumulando un descenso del 23,8% en el cuatrimestre.
Impacto de la competencia y la inflación
La competencia con grandes superficies, como los hipermercados, continúa impactando negativamente a las PYMES. Estos establecimientos atraen al público con descuentos agresivos, lo que ha resultado en una notable disminución de clientes en los comercios minoristas tradicionales. Además, la inflación sigue siendo un factor crítico, afectando especialmente a sectores como el de farmacia, donde las demoras en los pagos de las obras sociales y los aumentos de precios han complicado aún más la situación.
Esperanzas de recuperación
A pesar del sombrío panorama, la leve mejora mensual ofrece un rayo de esperanza para una posible recuperación. Sin embargo, las PYMES enfrentan el desafío de adaptarse a un entorno económico cada vez más volátil y competitivo.
El informe de CAME subraya la urgencia de implementar políticas de apoyo para las pequeñas y medianas empresas, vitales para la economía argentina. La situación requiere una atención inmediata para evitar una crisis más profunda en el sector minorista, que es fundamental para el sustento de millones de argentinos y para la economía del país en general.
