En un esfuerzo por combatir la creciente epidemia de dengue que afecta a varias regiones de Argentina, la provincia de Salta ha tomado la delantera al ser la primera en adquirir 300.000 dosis de la vacuna contra el dengue, fabricada por el laboratorio Takeda. Esta iniciativa pionera, lanzada en noviembre de 2023, distribuirá las dosis de manera gratuita en las localidades más golpeadas por esta enfermedad, que desde hace años mantiene en vilo a la población. A esta medida se sumaron luego las provincias de Misiones y Corrientes, marcando un importante precedente en la lucha contra el dengue en el país.
Mientras tanto, en Santa Fe, la situación presenta matices distintos. A pesar de que el gobierno nacional ha expresado reservas sobre la eficacia de la vacuna Qdenga y ha decidido no iniciar una estrategia de vacunación con ella por el momento, las provincias argentinas, gozando de autonomía en materia de salud pública, tienen la facultad de adquirir la vacuna por su cuenta. Frente a un brote de dengue que ya ha resultado en 40.000 casos y 17 fallecimientos, la provincia de Santa Fe ha decidido no comprar la vacuna en esta instancia, aunque no descarta la posibilidad de hacerlo antes de que finalice el año, incluso si el Ministerio de Salud de la Nación decide mantenerse al margen de una estrategia federal de vacunación contra esta enfermedad.
La ministra de Salud de Santa Fe, Silvia Ciancio, ha expresado su apoyo a la vacuna de Takeda, respaldando las opiniones de la Sociedad Argentina de Infectología y la Comisión Nacional de Inmunizaciones. Estas últimas han instado al gobierno de Javier Milei a considerar la vacuna como una herramienta crucial en el combate contra la epidemia que avanza por el país. Ciancio ha indicado que, por instrucciones del gobernador Maximiliano Pullaro, el ministerio llevará a cabo una evaluación exhaustiva de las poblaciones que serían vacunadas para, eventualmente, comenzar un proceso de compra, aunque aclaró que esto no ocurrirá de inmediato.
Dada la naturaleza de la vacuna, que requiere dos dosis administradas con un intervalo de tres meses para lograr la mayor protección, su aplicación no tendría un impacto inmediato en el brote actual. No obstante, considerando que el dengue se encamina a ser una enfermedad endémica en la región, incluso en Santa Fe, el ministerio contempla seriamente el inicio de una estrategia de vacunación dirigida a las poblaciones más afectadas y con menores recursos socioeconómicos. Para que un territorio sea catalogado como endémico, debe haber circulación viral durante todo el año, incluso en la temporada invernal.
Este enfoque proactivo de algunas provincias argentinas destaca la urgencia y la importancia de adoptar medidas efectivas contra el dengue, una enfermedad que amenaza con establecerse firmemente en varias regiones del país. La decisión de Santa Fe de evaluar cuidadosamente su estrategia subraya la complejidad de responder a emergencias de salud pública y la necesidad de equilibrar la urgencia del momento con soluciones a largo plazo.
