CRISIS EN LA INFANCIA ARGENTINA: RECORTES DEJAN A MILLONES DE NIÑOS EN VULNERABILIDAD

En un contexto donde casi nueve millones de niños y niñas argentinos se encuentran en situación de pobreza, el gobierno de Javier Milei implementa severos recortes en programas esenciales de asistencia y acompañamiento infantil, afectando directamente a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad.

Desde la reestructuración de la ex Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, ahora Subsecretaría de Políticas Familiares, el estado ha cesado la operación y financiamiento de múltiples iniciativas, incluyendo la suspensión de becas, la paralización de la construcción y refacción de centros de primera infancia, y el cese de programas contra la violencia infantil y de asistencia económica directa.

Desarticulación Programática y Despidos Masivos

En los primeros cuatro meses de la administración Milei, se ha evidenciado un desmantelamiento progresivo de políticas públicas dedicadas a la infancia. Esto incluye la interrupción del Programa Nacional de Primera Infancia, afectando a más de dos mil Centros de Desarrollo Infantil que ahora enfrentan la incertidumbre sobre la continuidad de su financiación.

Además, más de 500 obras de infraestructura están detenidas, y 2.489 adolescentes aún esperan el pago de subsidios destinados a facilitar su transición a la vida adulta. Esto sin mencionar la inactividad en la implementación de leyes fundamentales como la Ley Lucio y Ley Brisa, que buscan proteger a los menores de la violencia y garantizar apoyos económicos a niños y adolescentes víctimas de homicidios familiares.

Impacto de los Despidos

Los despidos no solo han afectado a 348 trabajadores capacitados en la materia, sino que también han provocado la inactividad de programas cruciales para el desarrollo y bienestar infantil. Estas medidas han generado preocupación entre expertos y defensores de derechos infantiles, quienes alertan sobre las repercusiones a largo plazo de estas políticas de ajuste.

Una Crisis Profunda en Ciernes

Un informe reciente de UNICEF predice un panorama sombrío: si se mantienen las actuales políticas económicas, la pobreza infantil podría ascender al 71%, y la pobreza extrema al 34%, afectando a 8,8 millones de niños y 4,3 millones en condiciones de indigencia.

Ante esta crisis inminente, especialistas y organizaciones civiles instan al gobierno a reconsiderar sus políticas y reactivar programas esenciales para asegurar el futuro de millones de niños y niñas en Argentina. La situación demanda una respuesta urgente y comprometida para evitar consecuencias irreversibles en el tejido social del país.