SE AGRAVA EL CONFLICTO CON LAS PROVINCIAS, TIERRA DEL FUEGO SUSPENDE LA PRODUCCIÓN DE PETRÓLEO

En un movimiento sin precedentes que subraya la creciente tensión entre algunas provincias y el Gobierno nacional, Tierra del Fuego anunció que se unirá a la decisión de Chubut de paralizar la producción de petróleo. Este cese de actividades, programado para durar 24 horas el miércoles, representa un llamado de atención al Gobierno central sobre la urgencia de atender las demandas provinciales respecto a la distribución de los fondos de coparticipación.

Gustavo Melella, gobernador de Tierra del Fuego, manifestó que la medida cuenta con el respaldo unánime de los gobernadores patagónicos y el apoyo firme de los trabajadores del sector petrolero. Esta acción conjunta de las provincias del sur del país evidencia un nivel de coordinación y solidaridad en respuesta a lo que perciben como una negligencia por parte del Gobierno nacional en el manejo de los recursos coparticipables.

"Es la producción de petróleo la que vamos a paralizar por un día. Se trata de una decisión tomada por todos los gobernadores de la Patagonia, con el apoyo de los trabajadores del sector petrolero", declaró Melella. El gobernador enfatizó la necesidad de que el Gobierno nacional se siente de manera urgente con el gobernador de Chubut para encontrar una solución a esta situación crítica.

La medida de fuerza pone de manifiesto la creciente frustración de las provincias productoras de petróleo con el actual esquema de distribución de fondos, especialmente en un contexto donde los recursos naturales juegan un papel crucial en la economía regional. La paralización, aunque temporal, pretende ser un claro mensaje al Gobierno de la importancia de un diálogo constructivo y equitativo que atienda las necesidades de todas las regiones del país.

Este paro petrolero no solo amenaza con impactar la economía nacional debido a la disminución en la producción de petróleo, sino que también pone en relieve las tensiones federativas en Argentina. La situación pide a gritos una revisión del modelo de coparticipación para asegurar una distribución más justa y equitativa de los recursos, reflejando así el federalismo en su máxima expresión.