SE VIENEN CAMBIOS EN EL DÓLAR AGRO

En un intento por aumentar las reservas del Banco Central, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, confirmó cambios en la política cambiaria respecto al dólar agro, que incluirá al maíz dentro de las actividades afectadas. La nueva versión implicaría una actualización de la cantidad de pesos por cada dólar comercializado, acercándose a los $350 por cada dólar liquidado y esperando un ingreso aproximado de U$S 2000 millones a las arcas del Banco Central.

Sin embargo, la incorporación del maíz en el nuevo dólar agro ha sido recibida con fuerte resistencia por gran parte del sector productivo y diversos referentes que fueron consultados por el Gobierno. Esta decisión plantea un dilema para la industria agrícola, ya que el maíz es un cultivo vital en la cadena de producción de diversos alimentos que llegan a la góndola. Existe la preocupación de que la medida pueda impactar en la canasta básica, provocando un aumento del índice inflacionario y afectando a los consumidores.

Pedro Vigneau, titular de Maizar, la cadena del maíz y el sorgo, ha expresado en diálogo con Ámbito su firme rechazo a este tipo de medidas, considerándolas como parches que generan ruido dentro de la propia cadena productiva. Además, advierte que estas decisiones pueden generar ganadores y perdedores en el mercado internacional, desincentivando la innovación y el crecimiento del sector. El planteo defensivo de la industria agrícola va en contramano de lo que se necesita para promover un desarrollo sostenible y dinámico.

La inclusión del maíz en el dólar agro también plantea la preocupación por los impactos en otras actividades económicas que dependen de este cultivo como insumo, como feedlots, tambos, y producción porcina, entre otras. El tipo de medida que se reglamente será determinante para evitar una subida de costos en estas actividades.

Ante este panorama, el Gobierno estaría analizando revisar los esquemas de retenciones como una forma de contrarrestar los efectos negativos de la medida en el mercado interno. Sin embargo, en el actual contexto económico, tomar decisiones de esta naturaleza puede ser complicado debido al costo fiscal que conllevan y a la emisión monetaria que agrava los desequilibrios macroeconómicos del país.

El rechazo a la medida también proviene de la dirigencia rural, representada por Nicolás Pino, Presidente de la Sociedad Rural Argentina, quien destaca que estas decisiones solo evidencian los desequilibrios macroeconómicos del país y perpetúan la necesidad de aplicar medidas parche que benefician a unos pocos y perjudican a otros.