SENTARSE CON LAS PIERNAS CRUZADAS PODRÍA TRAER PROBLEMAS DE SALUD

Sentarse con las piernas cruzadas es una postura muy común entre muchas personas, ya sea por comodidad o simplemente por costumbre. Sin embargo, esta posición puede tener efectos negativos en la salud, especialmente si se hace con frecuencia.

Uno de los principales riesgos de sentarse con las piernas cruzadas es que puede causar problemas de circulación sanguínea en las extremidades inferiores. Al cruzar las piernas, se comprimen las venas y arterias que llevan la sangre hacia los pies y piernas, lo que puede dificultar el flujo sanguíneo y aumentar la presión arterial. Esto puede generar una serie de síntomas desagradables, como hormigueo, adormecimiento, hinchazón y dolor en las piernas.

Además, sentarse con las piernas cruzadas también puede generar tensión en la espalda, especialmente si se mantiene esta posición durante largos períodos de tiempo. Al cruzar las piernas, se desalinea la columna vertebral, lo que puede aumentar la presión en la zona lumbar y causar dolores en la espalda, cuello y hombros.

Otro efecto negativo de sentarse con las piernas cruzadas es que puede aumentar el riesgo de desarrollar varices en las piernas. Las varices son venas hinchadas y retorcidas que se producen cuando la sangre no fluye adecuadamente hacia el corazón, y que pueden generar síntomas como dolor, picazón y sensación de pesadez en las piernas.

Sentarse con las piernas cruzadas no es una posición recomendable para mantener durante mucho tiempo. Si bien es cierto que esta postura puede resultar cómoda en algunas situaciones, es importante tratar de evitarla en la medida de lo posible para prevenir problemas de salud a largo plazo. Si necesitas sentarte durante largos períodos de tiempo, lo mejor es elegir una silla cómoda y mantener los pies apoyados en el suelo o en un reposapiés para favorecer la circulación sanguínea.