AUGE DE IMPORTACIONES EN YUANES IMPLUSA SECTORES CLAVE EN EL PAÍS

Desde que el Gobierno argentino habilitó el pago de importaciones en yuanes con el respaldo de China a principios de abril, un número creciente de empresas ha optado por solicitar permisos de importación directamente en la moneda china. Esta estrategia ha resultado especialmente útil para aquellas compañías que enfrentan dificultades debido a la falta de acceso a dólares, permitiéndoles seguir operando y produciendo sin interrupciones.

El swap con el gigante asiático se ha convertido en una opción salvadora para el sector privado, cuya producción depende en gran medida de las importaciones. Empresas que adquieren insumos o productos terminados de China o de otros proveedores que aceptan el pago en yuanes han encontrado en esta modalidad una manera de sortear las restricciones cambiarias y mantener sus operaciones activas.

Según un análisis realizado por la consultora Ecolatina, hay cinco sectores en particular que están aprovechando al máximo la posibilidad de pagar en yuanes, ya que son altamente dependientes de las importaciones chinas. El líder indiscutible es el sector de la electrónica, con la mayoría de sus empresas radicadas en Tierra del Fuego. Durante 2022, este sector importó de China un total de USD 4.131 millones, representando el 24% de todas las importaciones argentinas desde el país asiático. Además, China comprende el 64% de todas las importaciones en el rubro de electrónica en el país.

Estos datos muestran la relevancia que ha cobrado la operatoria en yuanes para el sector empresarial argentino. Al diversificar las fuentes de pago y no depender exclusivamente del dólar, se ha logrado fortalecer el comercio exterior y facilitar el acceso a insumos y bienes manufacturados necesarios para la producción nacional.

El uso creciente de yuanes en el comercio exterior de Argentina ha abierto oportunidades para mejorar la relación comercial con China y fortalecer la economía del país. La adopción de esta modalidad de pago ha demostrado ser un camino viable para aliviar la escasez de dólares y seguir impulsando el desarrollo industrial y tecnológico en sectores clave como la electrónica.