CLARA PRIMARIZACIÓN Y CAÍDA INDUSTRIAL: CÓMO AFECTA LA NUEVA DINÁMICA EXPORTADORA A LA ECONOMÍA DE SANTA FE

En el primer trimestre de 2025, las exportaciones argentinas alcanzaron un nuevo récord en términos reales, superando incluso los niveles históricos del año 2008. Sin embargo, el dato viene acompañado de una advertencia estructural: el crecimiento estuvo traccionado por productos primarios y de bajo valor agregado, en detrimento de las manufacturas industriales, que cayeron casi un 20% en los últimos 17 años.

Según un informe reciente del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA, las exportaciones argentinas crecieron un 6,5% interanual en volumen. Pero este aumento fue impulsado casi exclusivamente por productos primarios (+30%) y combustibles (+26%). Las manufacturas de origen agropecuario crecieron apenas un 1,6%, y las de origen industrial (MOI) se desplomaron un 19% respecto al pico de 2008.

Este cambio en la estructura exportadora tiene implicancias directas para la economía de Santa Fe, una provincia históricamente vinculada tanto al agro como a la industria. El retroceso de las MOI golpea especialmente a sectores clave del entramado productivo santafesino, como el complejo metalmecánico, la industria automotriz y la química, que han sido motores del empleo y la innovación regional durante décadas.

Santa Fe: entre el campo y la industria

Santa Fe ocupa un rol estratégico en la matriz exportadora nacional. Es una de las provincias líderes en exportaciones agroindustriales, con una fuerte presencia de productos primarios (cereales, oleaginosas) y de manufacturas de origen agropecuario, como harinas y aceites. Sin embargo, también tiene un peso importante en las manufacturas industriales, especialmente en el sur provincial, donde sectores como la maquinaria agrícola, la industria metalúrgica y los insumos industriales han sido históricamente competitivos.

El declive de las MOI a nivel nacional implica un contexto más adverso para estos sectores. Como advirtió Federico Bernini, coordinador del ITEA del IIEP, las caídas más significativas se dieron justamente en complejos como el automotor, el químico y el metalmecánico, todos con fuerte presencia en Santa Fe. Esto se traduce en menores oportunidades de empleo calificado, menor inversión en innovación y una creciente dependencia del ciclo de precios internacionales de commodities.

¿Qué implica más primarización?

La "primarización" de las exportaciones —es decir, la creciente participación de bienes sin o con poco procesamiento— refleja una estructura económica menos compleja y más vulnerable a los vaivenes del mercado global. A su vez, limita el desarrollo de encadenamientos productivos y reduce el potencial de generación de valor agregado interno, empleo y desarrollo territorial.

En el caso santafesino, este fenómeno amenaza con acentuar las asimetrías regionales. Mientras el norte provincial, más dependiente del agro, podría beneficiarse en el corto plazo por los altos precios de commodities, el sur industrializado enfrenta un escenario de estancamiento y pérdida de competitividad.

¿Cómo revertir la tendencia?

Desde el IIEP proponen una clasificación alternativa a la del INDEC, basada en el grado de diferenciación de los productos exportados, lo que permite analizar con mayor precisión la sofisticación de la estructura productiva. Según esta medición, las exportaciones de bienes "diferenciados" (con mayor valor agregado, diseño o marca) crecieron apenas un 4% interanual, frente al 6% de los bienes "no diferenciados", donde se concentran los commodities.

Santa Fe necesita políticas activas para sostener su entramado industrial. Esto incluye incentivos a la innovación tecnológica, mejoras en infraestructura, financiamiento para pymes y promoción de exportaciones de bienes diferenciados. También resulta clave articular esfuerzos público-privados para reposicionar la provincia como un polo exportador de productos con alto valor agregado.